Energía positiva para Aute
Espectáculo sentido en el Fòrum para homenear al cantautor
Luis Eduardo Aute volvió a arrasar en Barcelona, un vez más en su ya larga carrera. La diferencia es que esta vez tuvo que vivir el momento desde la distancia, desde su casa en Madrid donde aún se recupera de los accidentes cardiaco y cerebral que le sumieron en coma en agosto de 2016.
Aute no se desplazó la noche del sábado hasta el Fòrum, no ha hecho ningún aparición pública desde entonces, pero su presencia sobre el escenario fue más que evidente durante las dos horas que duró su homenaje barcelonés. Una veintena de amigos y discípulos se reunieron para recordar su figura tanto musical como humana bajo el lema Ànims, animal! Un desfile de celebridades que más que un acto musical, que también, fue una emanación constante de energía positiva.
'Ànims, animal!'
Homenaje a Aute
BarnaSants y Festival de Guitarra
Auditorio de Fòrum
Barcelona, 2 de febrero de 2019
Unas dos mil personas se acercaron hasta el Fòrum para el homenaje: la sala estaba a dos tercios y los asientos vacíos contrastaban con las más de 12.000 personas que acudieron en Madrid hace pocas semanas al, teóricamente, mismo homenaje. Disparidad sencilla de explicar: ninguna de las figuras de relumbrón que pisó el escenario madrileño estuvo en Barcelona. La comparación era dolorosa y la sensación de vivir un homenaje de segunda se respiraba en el ambiente. Tal vez el problema fue presentar el acto con el mismo título, imagen publicitaria y formato cuando la propuesta barcelonesa tenía suficiente calado por sí misma.
Abrió la velada un taburete vacío y la voz en off de Aute cantando Invisible. A partir de ahí se desplegó un espectáculo milimétricamente pensado, dinámico y sin fisuras. Se habló poco y los cambios entre actuaciones fueron ágiles.
Comenzó Cristina Narea, compañera de escenarios de Aute. Els Amics de les Arts pasaron con discreción con un lingüísticamente discutible Les quatre i deu. E inmediatamente, uno de los momentos intensos de la velada con Marina Rosell y el solo acompañamiento del contrabajista Miguel Ángel Cordero bordando una personalísima versión en castellano de De alguna manera.
Seguirían Estopa alegrando al personal, que no dejó de picar palmas, con Una de dos. Qico Pi de la Serra, a solas con su Stratrocaster, convirtió una minúscula canción de menos de treinta segundos, Perros, en un airado blues bilingüe con toques heavy. También pasaron por el escenario Joan Isaac, Suburbano, Quique González, Roger Más, Depedro, Ángel Petisme y un provocador Sisa; pero fue la irrupción de 18 tamborileros de Calanda lo que acabó convirtiéndose en uno de los ochomil de una velada entrecortada por la voz del homenajeado recitando alguno de sus Poemigas.
Javier Gurruchaga puso el escenario patas arriba y Maria del Mar Bonet sosegó el ambiente recuperando una canción que Aute escribió directamente en catalán dedicada a la plaza Rovira del barrio de Gràcia. Paco Ibáñez, guitarra en mano, pie izquierdo apoyado sobre la silla, puso la guinda al pastel emocionando con su personal versión de Al alba. Hasta hubo algún conato de cantar la canción con él.
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