La policía de Torra dependerá de un político y será de libre designación
El director de los Mossos insiste en que la nueva área de seguridad es un calco del Departamento de Seguridad del presidente Pedro Sánchez en La Moncloa
El Govern de la Generalitat publicó ayer el decreto que cambia de un plumazo la estructura del área de escoltas del presidente Quim Torra y de los expresidentes. Los agentes dependerán directamente de la dirección política de la policía catalana y obedecerán las directrices de la secretaría general de Presidencia. El director de los Mossos, Andreu Joan Martínez, explicó ayer a los mandos del cuerpo que sus integrantes se elegirán a través de un concurso público de libre designación.
Andreu Joan Martínez no avanzó mucho más en los detalles de la reestructuración de un área delicada, que hasta el momento pendía de la Comisaría General de Recursos Operativos, dentro del organigrama policial. Hasta ahora, la jefatura de Mossos había perseguido siempre que la mayor parte de los policías estuviesen bajo el paraguas de los comisarios jefes, no de los políticos, a excepción de Asuntos Internos, Relaciones Institucionales o Comunicación. Pero en esta ocasión, no han tenido apenas oportunidad de réplica: los mandos del cuerpo se encontraron el decreto hecho, listo para ser publicado en el boletín de la Generalitat (DOGC).
A pesar de la preocupación mostrada informalmente por diversos jefes de Mossos por la pérdida de control del trabajo de los escoltas del presidente y de los expresidentes, ayer nadie expresó quejas o dudas al director de la policía en la reunión en la que les informó de la nueva área. Martínez se excusó ante los policías por el hecho de que la mayoría de ellos se enterase a través de los medios de comunicación de la nueva área, y adujo un problema de tempos entre lo que necesita el Gobierno de la Generalitat y el proceso de debate y redacción que hubiese preferido la cúpula.
El decreto publicado ayer entra en vigor de manera inmediata, aunque el mismo incluye una disposición final para que el Departamento de Interior y el de Presidencia desarrollen el Área de Seguridad Institucional.
Martínez no detalló la estructura ni el número del efectivo, que aseguró que se abordarán en las próximas semanas. También avanzó que se buscará la máxima transparencia a través del concurso público del libre designación, que estará abierto a todos los mossos. En la actualidad, los escoltas ya son de libre designación, no así las personas de vigilancia del edificio del Palau de la Generalitat, que será responsabilidad de la nueva área, que tienen su plaza en oposición, lo que puede generar problemas internos.
Fuentes policiales estiman que el nuevo grupo de policías puede estar formado por un centenar de personas. “No veo a un mosso neutro queriendo formar parte de esta área, sobre todo por la inseguridad y la inestabilidad de determinadas situaciones”, lamenta un mando del cuerpo, en referencia a la protección de Puigdemont en Bélgica.
Martínez insistió ayer en que la nueva área de seguridad es un calco del Departamento de Seguridad del presidente Pedro Sánchez en La Moncloa. Ambos decretos son prácticamente idénticos, los policías que dependen del presidente del Gobierno son también de libre designación. La única diferencia en un análisis de la letra pequeña de cada uno, es que el Real Decreto del Gobierno menciona la “coordinación” entre Presidencia y el Ministerio del Interior para establecer las funciones y actuaciones.
El problema de la seguridad de Puigdemont
El expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, logró escapar de su casa en Girona y llegar hasta Bélgica para eludir la justicia española gracias a la ayuda de un sargento del área de escolta de Mossos, Lluís Escolà. El policía, que no estaba destinado directamente con Puigdemont, le ayudó a salir escondido en el maletero de su coche. Escolà utilizó sus vacaciones y días de fiesta para proteger a Puigdemont en Bélgica y cuando regresó a España, Asuntos Internos de Mossos le abrió una información reservada. Entonces, la policía catalana estaba intervenida con la aplicación del artículo 155 de la Constitución. El nuevo Gobierno de Torra le buscó una salida a Escolà, nombrándole asesor del consejero de Interior, Miquel Buch. En su nuevo puesto de trabajo —en excedencia de Mossos— viaja de manera frecuente a Bélgica, explican fuentes policiales. También acuden diversos mossos en días libres. Fuentes policiales sospechan que la nueva área dependiente de Presidencia busca dar cobertura legal a ese tipo de tareas, algo que la jefatura de Mossos se ha negado a hacer. El Departamento de Interior lo niega y recuerda que los policías necesitan un permiso que el Ministerio de Interior les niega para salir armados.
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