La Ley del Deporte de la UFEC: un peligro para el sistema deportivo catalán

El pasado 15 de enero, en la 22ª Festa de l'Esport Català organizada por la UFEC y el diario Sport, el presidente de esta entidad deportiva, Gerard Esteva, anunciaba que el principal reto del deporte catalán para el año 2019 era la aprobación parlamentaria de la iniciativa legislativa popular (ILP) que la UFEC está promocionando y para la cual afirmaba haber conseguido 90.000 firmas. Si esto se cumpliera sería un hecho preocupante por la forma en que se ha conseguido este apoyo popular y por lo que significaría esta propuesta para el futuro del sistema deportivo catalán.

Cuando en septiembre de 2017 se aprobó solemnemente en el Palau de la Generalitat el Pacto Nacional de la Actividad Física y el Deporte, nadie podía imaginar que la UFEC, una de las principales entidades firmantes del acuerdo, pondría en marcha uno de los puntos fundamentales del Pacto, la elaboración de un nuevo marco jurídico del deporte catalán, de manera unilateral y al margen del resto de actores del sistema deportivo y del propio Gobierno de la Generalitat. Su propuesta de ILP se lanzó en un contexto político difícil para Cataluña, con la aplicación del artículo 155 de la Constitución, aprovechando el momento de debilidad del Gobierno para proponer un nuevo marco legislativo hecho a medida de los intereses de la UFEC y no del conjunto del sistema deportivo catalán.

Con gran difusión propagandística, la UFEC ha generado la visión social de la necesidad de reformar la ley del deporte a través de una campaña mediática —diríamos que, como mínimo, confusa— donde se asocia la necesidad compartida de una nueva ley con su propuesta unilateral. Para conseguir un gran número de firmas populares para la ILP, la campaña de promoción, con vídeo incluido, ha destacado en un primer plano las temáticas y objetivos que son comunes para todo el sector deportivo, como la potenciación del deporte femenino, del deporte de base, la lucha contra la violencia, o la promoción del deporte para personas discapacitadas, y ha dejado en un segundo plano informativo, o simplemente sin mencionarlo, la verdadera finalidad de su documento, que no es otra que convertir la UFEC, transformada en la Unió de l'Esport de Catalunya (UEC), en la principal institución deportiva del país asumiendo competencias públicas y condicionando la política deportiva de la Secretaria General de l'Esport.

Este nuevo modelo organizativo propuesto por la UFEC no es compartido por el conjunto del sistema deportivo. Otros actores, especialmente del mundo municipal, de los consells esportius, de las instituciones universitarias, de empresas deportivas, o del colegio profesional, ven con preocupación que pueda avanzar una propuesta legislativa unilateral que quita competencias al sector público y apuesta por una clara privatización de las políticas públicas deportivas que se iniciaron en 1979 con las primeras elecciones municipales y la aprobación del Estatuto de Cataluña.

Desde entonces y a lo largo de estos cuarenta años, el sistema deportivo catalán se ha caracterizado por las actuaciones de consenso y concertación entre los distintos niveles de la administración (ayuntamientos, consejos comarcales, diputaciones, Generalitat) y la gran variedad de actores de un sector privado deportivo (clubes, federaciones, consells esportius, asociaciones, AMPAs, empresas...) que representa distintas manifestaciones del fenómeno deportivo: de competición, recreativo, escolar, de élite, universitario, deporte y salud,… Que uno de estos actores, por muy importante que sea, consiga llevar a cabo una iniciativa legislativa estrictamente unilateral y con objetivos privatizadores rompe la política de consenso y diálogo con que se iniciaron las tareas del Pacto Nacional de la Actividad Física y el Deporte y representa un peligro para la estabilidad y el crecimiento del conjunto del sistema deportivo catalán.

Joan Carles Burriel es profesor de Legislación y organización del deporte en el INEFC de Barcelona.