La izquierda se moviliza ante Vox
La Asamblea vota contra cualquier pacto con partidos que pongan en duda la violencia de género y el Ayuntamiento blinda la lucha contra esta lacra
En el corazón de la política madrileña, dos propuestas para marcar territorio y aclarar quién está dispuesto a pactar con Vox tras las elecciones de mayo. Primero, en la Asamblea se debate una resolución que compromete a blindar la lucha contra la violencia machista y a no pactar con formaciones que pongan en duda la existencia de la violencia de género: se aprueba pese al voto en contra del PP. Y segundo, en el Ayuntamiento de la capital, Celia Mayer, delegada de Políticas de Género y Diversidad, anuncia una ordenanza que abarca todas las formas de violencia contra las mujeres porque “varios partidos han puesto en duda la legitimidad de las víctimas de la violencia machista”. Azuzada por el pacto de PP, Ciudadanos y Vox en Andalucía, que ha puesto fin a casi 40 años de gobiernos del PSOE, la izquierda se prepara para intentar contener la irrupción del partido de extrema derecha en Madrid.
“Vox ha sido un revulsivo”, reconoce Mayer, delegada del Área de Políticas de Género y Diversidad de la capital. “Este impulso tiene que ver con un contexto político en el que algunas fuerzas minoritarias [en referencia a Vox], apoyadas por PP y Ciudadanos, ponen en cuestión este tipo de políticas contra la violencia de género, que tienen un consenso social absoluto”, añade la edil sobre la ordenanza propuesta. El PSOE municipal se muestra partidario: "Estamos a favor de todo tipo de medidas contra la violencia de género y de elaborar una ordenanza sobre el tema, pero nuestro apoyo dependerá de los contenidos finales”, explica Purificación Causapié, portavoz socialista en el Ayuntamiento.
“La resolución es para evitar tentaciones, un cortafuegos para Vox y cualquier partido que tuviera tentaciones en ese sentido”, dicen sobre el texto votado en la Asamblea desde el PSOE, donde la dirección federal está dispuesta a impulsar iniciativas similares en los principales Parlamentos y Ayuntamientos de España, con el objetivo de achicar el margen de maniobra de Vox.
¿Qué posiciones de esta formación quieren contrarrestar desde los partidos de izquierdas?
El programa electoral de Vox —compuesto por 100 medidas—, apuesta por la derogación de la ley de violencia de género “y de toda norma que discrimine a un sexo de otro”. Al tiempo, la formación de Santiago Abascal puso en peligro el acuerdo que finalmente le ha dado el Gobierno de Andalucía a Juanma Moreno Bonilla al exigir que del pacto alcanzado por PP y Ciudadanos se eliminaran los apoyos presupuestarios para luchar contra la violencia machista. Y el propio líder nacional de Vox escribió en sus redes sociales: “Vox propone sustituir las leyes de ideología de género, que no protegen a la mujer, y persiguen al hombre solo por serlo, por una ley contra la violencia intrafamiliar”.
Los partidos de izquierdas saben que el precedente de Andalucía abre la puerta a que ese programa se haga realidad en Madrid tras las elecciones de mayo. Sus estrategas calculan que habrá una lucha encarnizada para evitar que la suma de PP, Ciudadanos y Vox no supere a la de PSOE, Podemos e IU, propiciando que la derecha retenga el gobierno autonómico y reconquiste el capitalino. Y por eso, busca soluciones previas.
Acelerar los plazos
Así, el actual equipo municipal intentará acelerar los plazos de aprobación de la nueva ordenanza —que incluyen una consulta ciudadana—, con el objetivo de lograr su activación antes de las elecciones. Después de los comicios, calculan en el Ayuntamiento, un hipotético nuevo gobierno tendrá difícil conseguir la mayoría necesaria para cambiarla, por lo que se garantizarían los servicios de atención integral a mujeres víctimas de violencia de género y a sus hijos, a las que han sufrido violencia sexual y a las que hayan sido objeto de trata.
En paralelo, la Asamblea de Madrid aprobó ayer con el voto en contra del PP una iniciativa del PSOE para “ blindar el compromiso con las políticas de igualdad y con la lucha contra la violencia machista, mostrando un rechazo absoluto a la adopción de cualquier tipo de acuerdo, explícito o implícito, con formaciones que plantean la supresión o reducción de las medidas de protección de las mujeres”.
¿Por qué votó en contra de eso el PP, el partido que se ha mostrado más abiertamente partidario de pactar con Vox en la región?
“La redacción era una propuesta sin sentido”, argumentó una fuente parlamentaria. “Primero, ¿cómo se blinda un compromiso?”, arrancó su crítica. “En segundo lugar, se parte de otra hipotesis irreal, como es que el Gobierno negocie o acuerde con no se sabe qué formaciones. Las negociaciones en su caso se producen entre partidos y el gobierno solo es responsable y negocia ante la Asamblea y sus grupos”, siguió. “Y tercero, porque en caso de existir tales formaciones, [la propuesta] exigía el no acuerdo de cualquier tipo. ¿Eso significa que hipotéticamente no puedes llegar a acuerdos de otro tipo, como económicos, impositivos o de empleo, por mantener posiciones discrepantes en materia de violencia de genero?”.
La resolución contra el partido de Abascal
El pleno monográfico
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