La Barcelona inmobiliaria, un año de cifras récord
Aprovechemos la etapa que nos depara 2019 para planificar el próximo crecimiento y la próxima recesión
A pesar de las turbulencias políticas, la economía catalana ha demostrado una gran solidez durante los últimos meses. El PIB catalán sigue registrando incrementos superiores a los de la media española y europea. Asimismo, el peso de la economía catalana en el conjunto de España sigue creciendo. El sector inmobiliario refleja esta buena marcha económica, de modo que los datos de contratación de superficie de oficinas y de logística en Cataluña han alcanzado cifras excelentes en 2018.
El mercado de oficinas cierra con una absorción en torno a los 400.000m2, una cifra récord si atendemos a la serie histórica de los últimos diez años. Este dato se explica, en primer lugar, porque muchas empresas ya implantadas en nuestro territorio han ampliado superficie para dar respuesta a su crecimiento. Este es el caso de la consultora Everis, que ha alquilado una superficie de 25.000m2 en el distrito 22@, cuando aún faltan tres años para la entrega del inmueble que ocupará. La segunda explicación la encontramos en la retahíla de empresas internacionales que este año han apostado por implantarse en Barcelona. El caso más paradigmático lo constituye la empresa austriaca CCC, proveedora de Facebook, que ha desembarcado en Barcelona ocupando 9.000m2 en Torre Glòries. Barcelona seguirá recibiendo empresas del sector digital y tecnológico, integradas por profesionales que se sienten atraídos por la calidad de vida y la cultura barcelonesas.
El mercado logístico también ha alcanzado cifras récord en 2018, con una contratación de 665.000m2, un 44,3% superior a la del ejercicio precedente. La explosión del e-commerce explica, en gran medida, el significativo incremento registrado. Este fenómeno, que se prevé en constante crecimiento en los próximos años, genera una demanda insatisfecha, de empresas que no encuentran naves que encajen con sus requerimientos. Esta circunstancia constituye una oportunidad para emprender nuevos proyectos constructivos durante el próximo ejercicio.
Mientras el comportamiento del mercado de usuarios registraba datos excelentes, el mercado de inversión inmobiliaria estuvo prácticamente congelado durante los seis primeros meses de 2018. Los inversores detuvieron el ritmo de las adquisiciones hasta cerciorarse de que la inestabilidad política no impactaba negativamente en los datos de absorción. En cuanto tuvieron un cierto seguimiento de buenos registros, retomaron la actividad a un ritmo frenético. Tanto es así, que el segundo semestre ha sido el período en el que se ha cerrado un mayor volumen de operaciones en los últimos diez años.
Resumiendo, las empresas han seguido creciendo y contratando espacios físicos donde desarrollar su actividad. El inmobiliario vinculado al PIB ha mantenido su vigor, sin la más leve vacilación, y pese a la niebla política, ha alcanzado datos excelentes que deberían ser celebrados.
En cuanto al inmobiliario ligado a la “confianza” —el del mercado de inversión—, se ha mantenido en boxes durante todo el primer semestre. El líder del mercado, Blackstone, dio el pistoletazo de salida en el mes de julio, con la adquisición de la sede de Planeta en Diagonal, y tras él, todos salieron a la carrera, tras el wait and see que se infligieron.
La Barcelona inmobiliaria se sabe ahora más robusta de lo que se pensaba. Aprovechemos esta etapa más tranquila que nos depara 2019 para planificar el próximo crecimiento y la próxima recesión.
Anna Gener es Presidenta-CEO de Savills Aguirre Newman Barcelona
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