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Un corazón gigante para Santa Coloma

El artista cubano-estadounidense Jorge Rodríguez-Gerada crea un enorme dibujo para un jardín con anfiteatro que refleja el alma cosmopolita de la ciudad

Vista aérea de la obra Cor que Jorge Rodríguez-Gerada ha creado para el anfiteatro ajardinado de Santa Coloma de Gramanet.
Vista aérea de la obra Cor que Jorge Rodríguez-Gerada ha creado para el anfiteatro ajardinado de Santa Coloma de Gramanet.

En Santa Coloma de Gramenet viven personas de 114 nacionalidades distintas, en una mezcla de etnias y culturas que la convierten en la ciudad más cosmopolita de Cataluña y, quizás, de España. Ha sido esta singular condición el punto de partida de Cor, el monumental dibujo que Jorge Rodríguez-Gerada ha creado para la plaza situada detrás del Pabellón Polideportivo Municipal, que se abre hacia un jardín aterrazado en forma de anfiteatro.

 “No me interesa la actitud del artista OVNI, que aterriza en un lugar, coloca su obra y se va sin ni siquiera darse cuenta de dónde ha estado”, explica el artista, que ha trasladado la esencia de este crisol de razas a un gigantesco corazón sostenido por dos manos, que le arropan y le abrazan. “Las venas que surgen del corazón rebasan los límites de la plaza dibujando los perfiles de los rostros de sus vecinos”, continúa Rodríguez-Gerada, que ha vivido en primera persona las ventajas y los inconvenientes de ser ciudadano del mundo: nieto de emigrantes gallegos, nació en Santa Clara (Cuba), en 1965, se crió en un pueblo de New Jersey (EEUU) y vive en Cataluña desde hace más de 15 años con su mujer, la artista argentina Ana Álvarez-Errecalde.

Autor de obras públicas monumentales, que ha diseminado por medio mundo, Rodríguez-Gerada se dio a conocer por sus proyectos efímeros, como el retrato de Obama trazado en la arena de la playa del Fórum hace ya diez años (“y, como la arena, también se fue la esperanza de un cambio profundo y duradero”, lamenta), o los espectaculares ojos en cuyas pupilas se reflejaban escenas del exilio republicano que dibujó en la plaza del Mercado del Born con un spray de tiza creado para ese trabajo. La obra, que permaneció sólo un fin de semana (1 y 2 de octubre de 2016), contó con la colaboración de 500 voluntarios entre amigos del artista y transeúntes, atrapados por el encanto y los valores del proyecto.

4.000 metros cuadrados para otra escultura

Jorge Rodríguez-Gerada ha aterrizado a Santa Coloma de Gramanet desde Ouarzazate (Marruecos), donde acaba de inaugurar Perpetual flow, impresionante escultura terrestre para el proyecto Good to Earth, promovido por la cafetera Lavazza para su calendario 2019. La célebre fotógrafa de National Geographic Ami Vitale ha inmortalizado las seis obras realizadas por otros tantos artistas con el objetivo de concienciar al público sobre la emergencia ecológica. Perpetual flow, que se extiende a lo largo de 4.000 metros cuadrados, reproduce el agua que fluye a través de unas manos, con grava oscura y piedras del lugar, colocadas a golpe de rastrillo... y mucha paciencia.

En estos años, sus rostros murales gigantescos y sobrecogedores, que no retratan una persona sino el alma del barrio, dibujados a carboncillo, han aparecido y desaparecido en diversas zonas de Barcelona. Uno de los que permanece recubre los 280 metros cuadrados de una pared lateral del Centro Cívico de San Martí. No es el rostro de una sola mujer: para hacerlo se inspiró en cuatro vecinas del barrio. “Lo grande sólo tiene sentido si hay algo detrás; la dimensión, de por sí, no es suficiente”, indica el artista, que sigue fascinado por lo efímero y “la poética de lo fugaz”, aunque cada vez más acepta realizar obra permanente.

Es el caso de Cor, que, además de poder verse por Google Maps cuando se actualice la aplicación, tiene la ventaja de las gradas del parque, que permiten una visión privilegiada de la obra.

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Ya la han disfrutado los vecinos que durante el proceso se han acercado a admirar la pericia del artista. Grupos de niños y adultos que daban fe de la mezcla étnica de Santa Coloma, sentados al sol, admirando Rodríguez-Gerada pintar como si se tratara de una función teatral.

Lo que más sorprende de Cor es la elección del color, tonos pasteles delicados que enlazan con el gris del cemento del suelo y los colores del barrio, creando un efecto visualmente potente sin ser agresivo o intrusivo. Tras realizar el trabajo preparatorio, boceto, estudio del lugar y elección de los materiales, para pintarlo Rodríguez-Gerada ha necesitado cuatro días y la colaboración sólo de tres personas: Chan Macrew, Juan Alonzo y la eslovena Anja Mila, quien, con Arcadi Poch, ha comisariado el festival de arte urbano del que Cor forma parte. El proyecto municipal, CORE Festival STKO Creatividad Urbana, consta de seis intervenciones, además de la inauguración de un Open Wall en Can Zam, destinado a la libre expresión de los graffiteros y la ciudadanía.

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