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“La escena artística madrileña está fenomenal”

Leticia Ybarra y Lorenzo García-Andrade son dos de los agentes culturales más estimulantes de la capital

Abraham Rivera
Leticia Ybarra y Lorenzo Garcia Andrade, de Arritmias, en la Casa Encendida.
Leticia Ybarra y Lorenzo Garcia Andrade, de Arritmias, en la Casa Encendida.Jaime Villanueva

Leticia Ybarra (Madrid, 1991) y Lorenzo García-Andrade (Madrid, 1991) son dos de los agentes culturales más estimulantes de la capital. Sus iniciativas, en muchos casos subterráneas y ajenas a la dinámica institucional, pueden disfrutarse si se está muy atento y con el radar activo. Durante este último año, el dúo ha estado detrás de Arritmias, un ciclo expositivo de difícil definición, plagado de acciones e intervenciones en el espacio público. ¿Como ven la actual escena artística madrileña?Fenomenal. El programa que ha sacado CentroCentro es increíble. El de La Casa Encendida, también. Y las nuevas direcciones de Matadero o Conde Duque se están moviendo muy rápido. Además, hay espacios independientes con una programación muy cuidada como Yaby, gestionado por Alberto Vallejo y Beatriz Ortega Botas.¿Están creciendo los espacios vinculados al arte?Se empieza a notar el apoyo público: ahora hay una serie de ayudas a la creación para particulares que antes no existían. Eso inyecta recursos en el sistema y permiten que muchos agentes y espacios culturales no trabajen desde la precariedad. Hay un giro desde lo más institucional hacia lo independiente. Nos gusta mucho lo que hacen desde Storm And Drunk, Real No Real o Nadie Nunca Nada No.

¿Por qué algunos colectivos que producían eventos nocturnos, empiezan a mover sus propuestas al día?
Las posibilidades de la noche son cada vez más limitadas por el marco jurídico y la oferta general. No abren sitios nuevos y tu capacidad de intervenir en los ya existentes es muy limitada. El día te ofrece otro campo de posibilidades. Eso es lo que hemos hecho en Arritmias.

¿Qué es: una exposición, una acción una intervención?
Hemos querido replantearnos el formato de lo que hacíamos. Tenía que se colectivo, pero dimos la opción de que se hicieran tanto proyectos individuales como grupales, mezclándose entre ellos a la hora de trabajar.

Entoces era una performance...
Hemos intentado que el tema fuera lo suficientemente abierto para que los artistas seleccionados no se sintieran forzados a encajar en un discurso determinado. El término de arritmia, en clave artística, aparece en el libro Singularities: Dance of the age of performance, de André Lepecki, un referente dentro del mundo de las artes escénicas. Este texto plantea la relación de la producción escénica contemporánea con el neocapitalismo. Actualmente, vivimos a unos ritmos desquiciados, al de las arritmias. Los artistas han trabajado sobre este marco.

¿Qué tienen ahora entre manos?
Una instalación que se estrena hoy: La Bar-beria: Donde Oscarito. Es un trabajo que realiza Bwelke [en colaboración con García-Andrade] en El Cuarto de Invitados (Mesón de Paredes 42, 2ºA). Por un día, vamos a convertir esta casa-espacio de arte en un negocio cuentapropista cubano: concretamente en una barbería-peluquería-snack bar. Todo a partir de una aproximación hiperrealista, el espacio se ha diseñado con el fin de reproducir con altísima fidelidad la realidad cubana en sus múltiples capas, desde lo social y lo político, a lo infraestructural, a través de la construcción de un espacio. Estuvimos tres semana en Cuba investigando y visitando todas las barberías posibles.

¿Por qué una barbería?
En Cuba hay una barbería en cada manzana: los cubanos se cortan el pelo de media una vez a la semana. También fue la profesión escogida por el gobierno como experimento económico y que ha derivado en la apertura de la economía local privada a pequeña escala. A diferencia de las que hay aquí, allí son espacios particulares con un uso mixto, que aglutina con frecuencia mucho más que la función de barbería. Así, pueden ser gimnasio, escuela de baile, taller mecánico, tienda de peces o, como la nuestda, Donde Oscarito, que mezcla bar, paladar y vivienda.

Suena extraño y diferente.
A lo largo de la jornada la gente podrá cortarse el pelo de la mano de Rode Quintero, barbero cubano, miembro activo en los orígenes del proyecto social Arte Corte en La Habana. También habrá oportunidad de comer o tomar algo de la mano de Oscarito, un residente en la capital de Cuba, que está a punto de abrir su propio bar allí.

Una original agencia creativa

Bajo el singular nombre de Bwelke se resume otra de las iniciativas de García-Andrade. Se trata de una agencia creativa y multidisciplinar, en la que cuentan con el apoyo de Juanito Jones y Maria Buey, agitadores del día y la noche capitalinos. “Esperamos que dé mucho que hablar en 2019”, dice.

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Sobre la firma

Abraham Rivera
Escribe desde 2015 para EL PAÍS sobre gastronomía, buen beber, música y cultura. Antes ha sido comisario de diversos festivales, entre ellos Electrónica en Abril para La Casa Encendida, y ha colaborado con Museo Reina Sofía, CA2M y Matadero. También ha presentado el programa Retromanía, en Radio 3, durante una década.

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