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Un empujón a familias y negocios

El Gordo ha caído en la comunidad 80 veces. Cádiz y Sevilla son las provincias más afortunadas

Javier Arroyo
La administradora de 'La Biznaga', en Málaga, celebra haber vendido 32 series del Gordo de la loteria de Navidad, en 2017.
La administradora de 'La Biznaga', en Málaga, celebra haber vendido 32 series del Gordo de la loteria de Navidad, en 2017. Garcia-Santos

Han pasado algunos años, 21 ya, pero en Granada es imposible olvidar la llegada inesperada de casi 210 millones de euros —entonces 34.800 millones de pesetas—. Aquella mañana de 22 de diciembre de 1997, apenas 20 minutos después de que las bolas empezaran a caer por los bombos, el Gordo desembarcó con un poderío nunca antes conocido. Cientos de millones de euros que repercutieron no ya en cada uno de los premiados, sino en toda la ciudad.

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Esa vertiginosa cantidad de millones fue relevante para Granada porque, como dice Antonio, un granadino que recuerda aquel día, “aquel Gordo de Navidad está detrás del inicio de algunos negocios de Granada que hoy siguen funcionando”. Aquel fue el dinero que mucha gente necesitaba para emprender o apuntalar sus inversiones. Es el caso de Pepe Villanueva, propietario entonces de una churrería en la plaza de Birrambla, en el centro de la capital. Es su sobrino Fran quien recuerda aquellos días que, por supuesto, acabaron en una generosa comida familiar de “80 ó 90 personas”. Pepe tenía un negocio que “le iba como un tiro y le permitía vivir bien a él y a su familia”, cuenta su sobrino. De hecho, dice, pudo haber guardado el dinero o gastarlo en lujos de esos que cuesta más mantener que comprar. Pero no. Villanueva convirtió el premio en una inversión para su hijo, hoy a cargo de la Churrería Birrambla, frente a la churrería del padre, ya jubilado, y a apenas 10 metros de la administración número 4 que le dio el Gordo.

Pero antes que ese Gordo granadino hubo muchos otros. El primero de todos fue el 03.604 y aterrizó en Cádiz, lugar de nacimiento de la “lotería moderna”, en 1812. Allí, un 18 de diciembre se celebró un sorteo que, aunque ordinario, la gente comenzó a llamar Lotería de Navidad por su cercanía a la fecha. En 1982, el sorteo se denominó oficialmente Sorteo de Navidad. Desde entonces, el Gordo ha tocado en todas las provincias andaluzas. En total, el Gordo ha caído en la comunidad en 80 ocasiones, solo en Cádiz y Sevilla, 17.

Enrique Requena, propietario de la administración granadina que repartió 210 millones explica cómo alcanzó a dar aquel dineral. “Además del número premiado, vendíamos los anteriores y los posteriores y eso aumentó los premios”. La lluvia de millones pudo ser mayor porque el lotero devolvió algunos décimos. El de Requena es uno de los premios más altos dados en una sola administración en la historia de la lotería de Navidad. El lotero explica que “la gente recordó durante años ese premio y muchos de los que le tocaron siguieron viniendo mucho tiempo después”.

En todas las historias del Gordo navideño la escenografía es similar. Una administración de lotería, champán y mucha alegría. Es prácticamente el único momento en el que se puede identificar a los ganadores. Desinhibidos, muestran su felicidad y ofrecen datos personales porque el alegrón puede con todo. Meses después, surge otro rasgo común, los premiados prefieren mantener el anonimato, no comentar o hacerlo de modo que no se les pueda identificar.

Es el caso de un empresario de Armilla que, pese a que le tocó parte de aquel gordo de 1997, estaba en su puesto de trabajo este sábado pasado. Le tocó aproximadamente el equivalente a un millón de euros cuando, entonces, en 1997, un millón de euros era una cifra bastante más astronómica que ahora. ¿Le queda dinero a este empresario de aquello? “Sí, claro, algo queda”, afirma, “sobre todo invertí en la mejora de mis negocios y en tener una empresa que da trabajo a más de 15 personas”. Eso sí, el empresario no quiere dar su nombre.

Una cuarta parte de aquellos 210 millones de euros llegó en forma de segundo premio a Pinos Puente, en Granada, en 2016. 56,3 los repartió el lotero Alfonso Entrena, responsable de la administración de lotería número 1 de la ciudad. A Modesto, un discapacitado de 63 años, le supuso un cambio radical en su vida. Con los 125.000 euros que le tocaron pudo, “por fin”, dice, alquilar un piso adaptado a sus necesidades. “Allí estoy con mi madre y, además, he guardado algo por si me hace falta”.

En Málaga, ha pasado un año desde que los empleados del área de Movilidad del Ayuntamiento y del servicio 010 de atención al ciudadano recibieran un bonus navideño gracias al Gordo. 30 millones de euros. Una de las premiadas reconoce que los agraciados se regalaron algún capricho. Todos siguen en su puesto y, “aunque saben que es difícil repetir dos años seguidos el premio, mucha gente de otras áreas del Ayuntamiento ha venido a pedir su décimo”.

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