La burbuja del alquiler llega a edificios de barrios acomodados
Unas 40 familias del 22@ del Poblenou deben afrontar en verano una subida de entre un 20% y un 40%
Las subidas del precio enmarcadas en la burbuja del alquiler que vive Barcelona están llegando a los barrios acomodados. En la esquina entre la zona nueva de la Diagonal y Bac de Roda, en el 22@ del Poblenou, los vecinos de un edificio que tiene vistas al parque de Jean Nouvel, zona comunitaria y piscina han colgado pancartas donde se lee: “Medasil buitres”, “Stop especulación” o “Alquileres justos”. Son 40 familias que pagan entre 1.300 y 1.700 euros y en verano pasado les comunicaron que cuando acaben sus contratos les subirán la renta entre un 20% y un 40%. De entrada, los vecinos negociaron con la empresa que gestiona la finca, Medasil, que accedió a una rebaja. Pero hace tres semanas la firma retomó la subida original.
De la veintena de familias con contratos que acaban en los próximos meses media docena se han marchado. El resto se ha puesto en contacto con el Sindicato de Inquilinos y con otros edificios que gestiona Medasil Y son propiedad de Promociones Lladero, una empresa con la que este diario ha intentado hablar pero ha sido imposible comunicar. “Teníamos miedo porque veíamos que los alquileres subían en toda la ciudad, y en el Poblenou hay más extranjeros. Temíamos la subida porque cuando miramos los pisos del edifico que se anuncian en portales de internet observamos que subían cada tres meses”, explica uno de los afectados, que prefiere no dar su nombre.
Este vecino relata como en verano sus interlocutores de Medasil aceptaron reducir la subida y les ofrecieron un “bono de descuento” que figuraría en el contrato de alquiler, de manera que el aumento no sería el inicialmente comunicado. “Pero hace tres semanas nos comunicaron que la propiedad, Promociones Lladero, ha retirado la propuesta y asegura que la subida está acorde con los pecios de mercado”, señala.
Desde el Sindicato de Inquilinos, Irene Sabaté explica que si la subida ha tardado más en llegar a este perfil de vecinos con mayor capacidad adquisitiva es porque “los grandes tenedores son conscientes de que tienen más margen de subida en barrios de clases populares”. “Son patrones diferentes”, argumenta: “Aquí la tentación es reconvertir los pisos en oferta turística o en alquileres de corta estancia” que pueden interesar a otro perfil de cliente, como trabajadores extranjeros de multinacionales tecnológicas que tienen la sede en esta zona de la ciudad y que pagan salarios altos e incluso la vivienda a sus trabajadores.
El Sindicato de Inquilinos había detectado subidas de alquileres en zonas acomodadas de fuera de Barcelona y citan el caso de Sant Cugat del Vallès. Desde el Sindicato del municipio, uno de los más caros de España, explican que los alquileres han subido un 42% en seis años porque las promociones de pisos de lujo iniciadas tras la crisis han contagiado al resto del mercado.
Cinco bloques de las mismas empresas
El edificio de Diagonal es el quinto bloque del área metropolitana que comparten propietario (Promociones Lladero) y empresa gestora (Medasil) y donde sus inquilinos afrontan subidas sustanciales de alquiler. El primero fue un bloque de Sant Joan Despí: su movilización logró que la propiedad, en este caso Goldman Sachs, moderara la subida. Ahora, un edificio de Santa Perpètua de Mogoda y tres de Rubí, afrontan un aumento del 75%. Son 108 familias que viven en alquileres sociales de promoción privada que sus propietarios originales se vendieron. Los contratos de 28 de las de Santa Perpètua se acaba el día 31. Les suben el alquiler de 370 euros a 640, un precio legal dentro del régimen general de VPO, pero que aseguran que no pueden pagar.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.