El vodevil que siempre vuelve

Barcelona ya es la ciudad que más montajes ha estrenado de Pel davant...i pel darrera, la famosa comedia de Michael Frayn que, desde su estreno en Londres, en 1982, ha sido vista por más de catorce millones de espectadores en todo el mundo. El estreno en el teatro Borràs, en versión de Paco Mir, de su quinta producción barcelonesa, dirigida, como todas las anteriores, por Alexander Herold, establece un nuevo récord. En una vuelta de tuerca, Mir ha podado aún más su anterior versión, de 2010, dejando el espectáculo en algo menos de dos horas. Lo curioso es que casi no se nota: los grandes gags siguen vivitos y coleando y la alocada acción no da tregua a los actores, ni por delante, ni por detrás de la escena.

Mucho ha llovido en la vida política, social y artística barcelonesa desde 1985, cuando la famosa comedia de Frayn, titulada originalmente Noises off, se estrenó en el Condal, con Mario Gas, Montse Guallar y Juanjo Puigcorbé en el elenco. Como en Londres, su estreno fue un revulsivo para los actores, que podían, por fin, divertirse, con un vodedil lleno de guiños a la profesión que aportaba aire fresco con una alternativa a los dramas profundos que llenaban la escena.

La oferta es hoy más diversa, rica y variada -los musicales y las comedias, de hecho, viven una época dorada- pero Pel devant...i pel darrera, que encontró en el bilingüismo un aliado natural para hacer reír al público, sigue haciendo historia en la escena catalana. En 1996 triunfó en el Victòria y pasó al Goya; en 2002, en una nueva versión del texto de Frayn estrenada en Londres y Nueva York, regresó al Borràs, que también presentó el ultimo montaje en 2010.

En la nueva producción de Anexa, Alexander Herold, que conoce a fondo los resortes de la comedia, vuelve a insuflar vida este vodevil con toques de alta comedia inglesa que, entre platos de sardinas, cajas y un teléfono de mesa de los de toda la vida, provoca carcajadas dejando ver todos los desastres que pueden pasar en un ensayo y en una caótica función a cargo de una compañía de actores malos de solemnidad.

Todo funciona como un reloj en este juguete teatral con actores haciendo de actores que actúan. A la vis cómica se une el esfuerzo físico, pues no paran ni un momento con el ritmo vertiginoso que marca la acción, entre salidas, entradas a destiempo, caídas y golpetazos con puertas y ventanas.

Miquet Sitjar y Jordi Díaz son los únicos que repiten en esta nueva producción y dan brillo a un elenco completado por Lloll Bertran, Agnès Busquets, Carme Pla, Lluís Villanueva, Xavi Serrat, Laia Alsina y Bernat Cot que combina buena intuición y gracia en las réplicas. La escenografía de Jordi Bulbena ambienta la trama en un adosado en la sierra de Madrid sin dejar de ser la de siempre en una comedia "de puertas" que funciona como un reloj.