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Condenada a 10 años la mujer que abandonó a su bebé en un contenedor en Ourense

El recién nacido, envuelto en trapos y cerrado en una bolsa "con varios nudos", fue descubierto con vida por un hombre que rebuscaba en la basura

Contenedores en la calle Río Bibei, en Ourense, en una imagen de Google Maps.
Contenedores en la calle Río Bibei, en Ourense, en una imagen de Google Maps.

Tal y como había pedido la fiscalía en el juicio celebrado esta misma semana, la sección segunda de la Audiencia Provincial de Ourense ha condenado hoy a 10 años de prisión a la madre ourensana que en septiembre de 2017 abandonó en un contenedor al niño que acababa de parir. Los magistrados la consideran autora de un intento de asesinato con la agravante de parentesco y no consideran ninguna circunstancia atenuante relacionada con la drogodependencia. La mujer, nacida en 1988, con pareja y madre de otros tres hijos de dos matrimonios "ocultó a todo el mundo" hasta el final el último embarazo que tuvo, después de un par de abortos, y dio a luz en el cuarto de baño a solas. Después, según considera probado la sentencia, envolvió al bebé en unos trapos, lo metió en una bolsa atada con varios nudos y bajó a la calle para deshacerse del recién nacido. El niño salvó la vida porque un vagabundo abrió el contenedor de basura, en el barrio de O Vinteún, para rebuscar en él.

La condenada admitió los hechos en el juicio. Entre las 15.30 y las 16 horas del viernes 17 de septiembre, parió a su último hijo y sin pararse a limpiar la sangre lo envolvió y lo abandonó entre los desperdicios "a sabiendas de que ello implicaba un peligro para la vida del menor", dice la sentencia. La suerte del bebé fue que, instantes después de ser depositado en el contenedor por su madre, un hombre que buscaba entre los desechos de la ciudad abrió la tapa y sintió curiosidad por "una bolsa grande de color verde". Dentro descubrió algo que "parecía una cortina enrollada", y al tirar cayó de dentro el niño. En ese momento, el pequeño rompió a llorar, y llegaron otras personas que pasaban por la calle. Entre todos auxiliaron al crío, que fue trasladado por los servicios de urgencias al hospital. El niño estaba bien, y a los pocos días fue entregado a una familia de acogida.

“Ninguna duda cabe de que en este caso nos hallamos ante una actuación alevosa, habida cuenta de que la víctima era un recién nacido, absolutamente indefenso, sin posibilidad alguna de sobrevivir en el lugar en el que fue arrojado por la procesada”, afirma el tribunal. También como solicitó la fiscalía, y aunque todavía cabe la posibilidad de recurso, los jueces imponen a la mujer la privación de la patria potestad, la prohibición de aproximarse a menos de medio kilómetro de su hijo y la de comunicarse con él durante 20 años. La mujer condenada lleva ya un año en prisión por estos hechos, después de que los testimonios de varias personas y sobre todo las pruebas de ADN señalaran su delito. Para elaborar su informe genético, el laboratorio la policía científica extrajo muestras de la bolsa y las ropas que envolvían al recién nacido. Estaban manchadas de sangre humana, y obtuvieron el perfil genético de la madre.

 

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