La Comunidad de Madrid tiene registrados más de 10.000 perros como potencialmente peligrosos
La cifra, aportada por la Consejería de Medio Ambiente, se ha hecho pública tras la muerte este miércoles de dos mujeres tras el ataque de dos de sus canes en Colmenar de Oreja
La Comunidad de Madrid tiene registrados un total de 10.725 perros como potencialmente peligrosos en los diferentes ayuntamientos de la región, según han indicado este jueves fuentes de la Consejería de Medio Ambiente. La cifra se hace pública tan solo 24 horas después de la muerte de dos mujeres, una madre y su hija, tras el ataque de dos de sus canes en Colmenar de Oreja. La ley que regula la tenencia de estos animales establece como obligación su inscripción en el registro municipal específico para ello. Los consistorios recopilan esta información y luego la remiten a la comunidad autónoma.
Además, para conducir y controlar estos animales en espacios públicos, el propietario deberá llevar consigo una licencia administrativa. Otro requisito indispensable es tener al perro identificado con un microchip.
La normativa establece también que cuando estos animales se encuentren en fincas, casas de campo, chalets, parcelas, terrazas o patios o cualquier otro lugar delimitado, deberán disponer de un cerramiento perimetral completo, de altura y materiales adecuados, que impida al animal saltar o asomar la cabeza, evitando, tanto su libre circulación como la salida a espacios públicos o privados de uso común sin el debido control y sujeción, garantizando la seguridad de las personas o de otros animales.
Para disponer de estos animales se requiere que el propietario posea un certificado de capacidad física y de aptitud psicológica, que debe emitirse en centros homologados, según indica el Real Decreto vigente. Por otra parte, este jueves se ha conocido que los dos perros que atacaron a las dos mujeres en Colmenar de Oreja no pertenecían a la raza dogo de Burdeos, sino que eran cruzados con otra, aún por determinar, por lo que su riesgo potencial de peligro podría ser mayor.
Con estas dos muertes, ya son cinco los fallecidos por ataques de canes en 2018: en enero, un vecino de 70 años de Vall d'Uixó (Castellón) murió tras ser atacado en su finca agrícola por un grupo de entre tres y cuatro perros. En julio, hallaron el cadáver de un hombre en estado de descomposición parcialmente devorado por sus perros en una vivienda del municipio de Nules (Castellón). Por último, en ese mismo mes falleció un hombre de 87 años en Siero (Asturias) al ser atacado por seis perros propiedad de un vecino al que fue a visitar. Un cálculo hecho por la agencia Efe eleva a 18 los muertos por este tipo de ataques desde 2010.
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