La mitad de la población catalana no consume cultura
Un informe del CoNca insta a la administración a democratizar los precios y modificar la política educativa
Un 50% de la población de Cataluña no vive la cultura de forma habitual. El 70% de los ciudadanos afirman que escuchan música, ven la televisión habitualmente y acceden a internet. Por el contrario, un 40% no lee nunca libros, un 60% no va a conciertos y exposiciones, un 55% no pisa las salas de cine y un 73% tampoco asiste a espectáculos. Son algunos de los datos que destacan del informe sobre el Estado de las Culturas y las Artes 2018, realizado por el Consell Nacional de la Cultura i de les Arts (CoNca) que insta a los poderes públicos a revertir esa realidad democratizando el acceso de la ciudadanía y cambiando la política de educación para que las artes formen parte de la formación desde la primera etapa, de 0 a 3 años.
El CoNCa hace una evaluación anual que sirve de control de los sectores tradicionales de la cultura- cine, artes escénicas, sector editorial y música- y que en la relativa al año pasado muestran un estancamiento de la facturación y público de los diferentes sectores. El informe, que se presentará en el Parlament el próximo mes de diciembre, dibuja unos usos culturales en función, sobre todo, del nivel económico y de la formación de las familias. Literatura, arte y museos –sectores objeto de actuación del Departamento de Cultura- solo es valorado por el 22% de la población que es el más formado y con poder adquisitivo, de acuerdo con la información que ha valorado el CoNca.
Una cosa es saber que cerca de casa que hay un equipamiento cultural y otra, utilizarlo: un 90% de los ciudadanos saben que tienen cerca de casa una biblioteca pública, una librería o un centro cívico; un 70% tienen cerca un cine, un teatro o un espacio de conciertos, más de un 60% sabe que cerca hay una galería de arte o un museo. Sin embargo, el uso habitual de esos centros culturales no supera el 16%, a excepción de las librerías que se utilizan por un 21%.
Otro dato elocuente es que se consume cultura, preferentemente, si es gratis. Eso hace el 40% de los ciudadanos, mientras que para un 60% el precio es lo que limita el acceso. Para un 80% el consumo cultural de teatros, cine o museos pasa por la reducción de precios. La falta de tiempo es otro hándicap para el 44% y en ese aspecto en concreto son las mujeres las que salen peor paradas.
“En los últimos años se ha hecho un esfuerzo muy importante en incrementar la oferta y la producción cultural pero no se ha puesto el mismo esfuerzo en facilitar el acceso a toda la población”, ha apuntado Gemma Sendra, vicepresidenta del CoNca. “En otros campos se han introducido precios sociales, progresivos y proporcionales, tal vez sea una herramienta a utilizar para que la cultura sea más accesible para el conjunto de la sociedad, no solo los más favorecidos”, ha añadido.
En cuanto a la radiografía por sectores culturales tradicionales de 2017, los datos apuntan a un estancamiento en cuanto al presupuesto público que se destina –un 0,7% de las cuentas de la Generalitat- y también de la facturación de las industrias culturales. Salvo dos sectores concretos: los videojuegos y la música clásica que van al alza. En el caso del cine, la cuota de pantalla de la producción catalana ha bajado del 9% al 6% y en 2017 las salas de cine perdieron 570.000 espectadores respecto a 2016. Por el contrario, el cine catalán –versiones originales, dobladas o subtituladas- subió un 27% respecto a 2016, un incremento que está asociado a fenómenos puntuales como el año pasado fue el impacto de Estiu 93.
El gasto privado en ocio, espectáculos y cultura ha crecido ligeramente, un 1,1%, y se ha situado en 5.333 millones de euros con una media de 723 euros por persona. El sector editorial ha subido un 0,2%, un crecimiento mantenido desde 2013, cuando empezó a levantar la cabeza tras las crisis. Los espectadores en las salas de cine aumentaron un 0,1% y la recaudación un 0,4%. La asistencia a espectáculos es la que menos se practica, un 26,8% asistieron a algún espectáculo en 2017. Por sexos, van más las mujeres que los hombres. El sector que más crece es el de los videojuegos que en 2017 facturaron 367 millones de euros, un 15% más respecto a 2017. En cuanto a la música, el número de conciertos el año pasado disminuyeron un 4% y la asistencia y recaudación, un 1,9% y un 0,1% respectivamente. La música clásica tuvo mejores resultados: un incremento de un 3,1% de espectadores y un 5,1% de facturación.
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