La mitad de los madrileños ha usado los coches compartidos

La movilidad es un campo de experimentación que está cambiando la manera de moverse de las ciudades. En la capital, la situación ha cambiado en menos de cinco años, cuando han llegado empresas de coches eléctricos compartidos que se alquilan por minutos (carsharing), motos eléctricas, bicicletas públicas (Bicimad llegó en 2014), privadas y ahora, patinetes eléctricos. Los ciudadanos se están adaptando rápidamente a esta nueva realidad: un 94% de los madrileños conoce el carsharing y un 53% de ellos lo ha usado en el último año y medio, según se desprende del estudio Españoles ante la nueva movilidad, realizado por la Fundación Pons.

La encuesta, que también tiene datos a nivel nacional, se ha realizado a través de 3.000 entrevistas a ciudadanos de la capital. Según los resultados, el coche compartido se consolida como la alternativa preferida de transporte (con el 47% de los votos) para desplazarse a diario, por delante del metro con un 20% o el autobús (16%). A pesar de estos datos, el 80% de los encuestados afirma que no utiliza el carsharing de forma habitual para ir a trabajar o a clase.

En cuanto a otras cuestiones, un 58% de las personas afirma que vendería su vehículo privado si tuviese garantizada una movilidad eficiente por la ciudad. "El coche ya no es sinónimo de estatus, y cada vez más gente piensa en que no es una necesidad", ha explicado este jueves Ana Gómez, directora de Pons Seguridad Vial.

En cuanto a la nueva Ordenanza de Movilidad Sostenible, que recientemente ha entrado en vigor, la encuesta destaca que el límite de velocidad a 30 kilómetros hora en las calles de un solo carril o de un carril por sentido es una de las medidas menos apoyada por los madrileños, ya que un 64% se mostró en contra de esta limitación. Además, el 74% se opone a una reducción a 80 por hora de la velocidad máxima en vías convencionales (limitadas ahora a 90 kilómetros por hora).