La seguridad se le atraganta a Colau en la recta final del mandato
La oposición y vecinos de Barcelona acorralan a la alcaldesa después de que se disparen las cifras de delincuencia
Los delitos que se cometen en las calles de Barcelona están poniendo contra las cuerdas a la alcaldesa Ada Colau. Los robos con fuerza en domicilio —cuando los dueños no están— se han disparado un 31%; los hurtos, un 22,7%. Los vecinos se han rebelado por la situación en algunos barrios, como Ciutat Vella, que vive en perenne protesta por los narcopisos, o la Barceloneta, cercada por el incivismo. Colau pide más mossos, pero Interior se resiste a reforzar la plantilla en la ciudad. Con toda probabilidad, la seguridad marcará hoy la comisión de Presidencia, a la que la oposición acude con la batería de preguntas lista.
En cifras absolutas, el peor problema al que debe hacer frente la ciudad son los hurtos. En los seis primeros meses del año, se han cometido de media 289 robos al día sin que la víctima se diese cuenta (52.140), según el balance de criminalidad del Ministerio del Interior. Los robos con violencia también han crecido, pero menos (12,3%, 30 al día). Fuentes policiales aseguran que el siguiente apartado que más les preocupa son los robos con fuerza en domicilios. Se cometieron 16 al día en la ciudad (2.911).
Los autores de este tipo de delito, explican fuentes policiales, suelen tener un perfil similar: personas jóvenes, multirreincidentes, de diversas nacionalidades, que aprovechan la ocasión bien para hurtar un móvil, bien para aprovechar la ocasión y colarse por una ventana ajena. Suelen intentar evitar la violencia porque saben que la pena asociada es mayor. Los robos con fuerza en vehículos son también recurrentes (2.250 casos).
Otro apartado que genera preocupación, a pesar de que cuantitativamente supone un porcentaje pequeño del balance delincuencial, son las agresiones sexuales más graves, en las que hay penetración. Hasta junio, se denunciaron en la ciudad de Barcelona 68 casos, lo que es un 38,8% más que el año anterior, con 49 denuncias. Fuentes policiales atribuyen parte del crecimiento a una mayor sensibilización por parte de las mujeres que sufren este tipo de violencia. El resto de delitos contra la libertad y la indemnidad sexual han crecido un 8,4%.
Con estos números sobre la mesa, que suponen en general un incremento del 20% del total de infracciones penales (92.294 frente a 76.587) cometidas en la ciudad, Colau tiene un grave problema que se le ha atragantado en la recta final de su legislatura. La alcaldesa de Barcelona achaca la situación a una falta de efectivos de mossos en la ciudad, motivo por el que se ha reunido en al menos dos ocasiones con el consejero del Interior, Miquel Buch, para pedirle más policías en las calles.
Pero Buch se resiste a las peticiones de la alcaldesa. El viernes pasado, en una reunión en el Departamento de Interior para tratar el problema de los narcopisos, el consejero aseguró la solución no son más policías. “El fenómeno de los narcopisos es complejo y las soluciones no son solo policiales. La solución de los narcopisos no pasa por tener más Mossos en la calle”, dijo Buch, que, en una especie de intercambio de papeles con la alcaldesa que proviene de los movimientos sociales, le recomendó que trabajase en el “campo de la salud pública y la propiedad”.
Mientras las cifras siguen disparándose, Colau nota las embestidas de la oposición y también de los vecinos de la ciudad. El sábado pasado, cerca de un millar de personas de una veintena de asociaciones de vecinos, desvinculadas de la FAVB, se manifestaron en la ciudad en contra de la inseguridad y el incivismo en sus barrios y pidiendo la dimisión de la alcaldesa.
También ayer afloró la situación en la comisión de Economía del Ayuntamiento de la mano de los partidos de la oposición. Y hoy previsiblemente marcará la Comisión de Presidencia, Derechos de Ciudadanía, Participación y Seguridad, donde los partidos han preparado varias intervenciones al respecto, que probablemente serán agrupadas en una sola.
El PDeCAT ha pedido la comparecencia del responsable municipal de seguridad para dar cuenta de la “grave situación de inseguridad e incivismo que ha sufrido Barcelona durante el pasado verano”. ERC ha solicitado una comparecencia del mismo responsable para informar “de los últimos hechos violentos en la ciudad de Barcelona y las medidas previstas para afrontarlas”. Y el PSC pide un informe sobre “las incidencias de seguridad, convivencia y espacio público vividas durante este verano”.
En la parte de control del gobierno, varios grupos presentan proposiciones para exigir al gobierno medidas para “disminuir los índices de criminalidad” en la ciudad (Ciutadans) o para “poner freno a la inseguridad” (ERC). Además, el PDeCAT pide instar al gobierno a relevar a la concejal de Ciutat Vella, Gala Pin, “y que en su lugar se nombre a un concejal que “se implique en el restablecimiento de la convivencia”; y el PP que la misma edil sea reprobada.
Detenidos dos grupos activos de ladrones
Los Mossos informaron ayer de la desarticulación de dos grupos de ladrones de domicilios, formados por 15 personas, especializados en actuar en el área metropolitana de Barcelona. “Desde su arresto [el 6 de septiembre], las denuncias han bajado más de un 50%” en la ciudad, aseguró el inspector Pere Guillén. Los Mossos les atribuyen 22 robos con fuerza. El líder de uno de los grupos, Gocha Maisuradze, de 53 años y sin antecedentes en España, está considerado un Kanonieri Kurdi, al que el resto rendía cuentas. Guillén indicó que es algo insólito porque este tipo de líderes mafiosos residen fuera de España.
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