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Los vendedores de prensa estiman sus pérdidas diarias en más de 250 euros

Cinco días de huelga de los repartidores de la empresa Boyacá ahoga a los quiosqueros

Un quiosco de prensa cerrado en Tirso de Molina.
Un quiosco de prensa cerrado en Tirso de Molina.Inma Flores

Los alrededor de 1.500 puntos de venta de prensa de la Comunidad de Madrid, estiman las pérdidas diarias que les causa la huelga de distribuidores en más de 250 euros, y consideran que ante el sexto día de desabastecimiento, hoy, el colectivo "empieza a dudar de la viabilidad de mantener sus persianas levantadas".  Denuncian que la empresa Boyacá abastece de prensa a los suscriptores privados de periódicos y revistas "sin que se utilice este mismo mecanismo de distribución para los puntos de venta final".

Tomás Carrascosa, representante de los vendedores en la Comisión Nacional de Vendedores de Prensa y vendedor a su vez en la Comunidad de Madrid, afirma que la situación es muy complicada. "Es una ruina", resume. "En la Comunidad un máximo del 10% están recibiendo prensa, en la capital entre el 50% y el 80%, según el día y los piquetes", afirma. "Lo que más nos preocupa es que estamos fastidiando mucho a los lectores y los vamos a perder. Por el enfado de 250 trabajadores vamos a perder el sustento 1.500 familias. Lo tenían que haber previsto de otra forma", se duele.

En una nota de prensa remitida hoy a través de la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA) y la Asociación Madrileña de Trabajadores Autónomos (AMTAS), los vendedores exigen a la empresa Boyaca que restablezca los servicios de distribución y resuelva el problema con los repartidores con "personal asalariado".

Los repartidores de prensa de Madrid llevan a cabo hoy el sexto día de huelga en el marco de un conflicto con la distribuidora de prensa Boyacá, con la que llevan un año negociando de forma infructuosa la renovación de sus contratos, que terminan el 31 de agosto próximo.

Con respecto a la falta de suministro en quioscos y al abastecimiento por parte de Boyacá a suscriptores, los quiosqueros dicen que "es incomprensible como estas empresas siempre repercuten los efectos negativos de su mala gestión contra los más débiles y sobre todo contra los que en realidad son la verdadera red de ventas de las editoriales".

Según la nota, en la que dicen que "la situación puede ser extendida a más de 4.000 en el resto de España", los vendedores en quioscos son "los que menos beneficios recogen de este tipo de comercio, obligados a desarrollar su actividad principal en condiciones extremas".

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