El hombre que alertaba de la radicalización del PDeCAT
David Bonvehí, político pragmático y de perfil discreto, asume la presidencia del partido heredero de CDC jurando lealtad a Puigdemont
David Bonvehí ha demostrado ser un político pragmático para poder ser bendecido por Carles Puigdemont como nuevo presidente del PDeCAT. Bonvehí ha mantenido siempre un perfil discreto, alejado del radicalismo y de la provocación digital que esgrime su amigo y expresidente de la Generalitat. Otro expresidente, Artur Mas, confió en él para refundar la nueva Convergència. En 2017 defendió a la por entonces coordinadora general del partido, Marta Pascal, en sus encontronazos con Puigdemont y argumentó que el PDeCAT no podía ser más radical que ERC. Ahora intentará convencer a las familias del PDeCAT para integrarlo –o diluirlo, el tiempo lo dirá– en Crida Nacional, la nueva fuerza independentista por la vía directa que capitanean Puigdemont y el presidente interino, Quim Torra. “Si ets del PDeCAT, has de ser de la Crida”, dijo Bonvehí este domingo.
Bonvehí nació en 1979 en Camps, una pedanía de Fonollosa (Bages), de 50 habitantes en la que solo vivían cinco niños, según recordaba Bonvehí en 2011. Es abogado de formación y fue cuatro años (2003-2007) alcalde de Fonollosa. En 2007 dejó la política temporalmente por un accidente de tráfico que le causó una paraplegia. Bonvehí afianzó una amistad con Puigdemont desde que en 2010 se estrenara como diputado en el Parlament. Bonvehí fue apadrinado por Mas en 2016 para ser el segundo de Pascal en las tareas de intendencia de la fundación del PDeCAT. Bonvehí salió en julio de 2017 en defensa de Pascal cuando esta defendió la continuidad del consejero de Empresa Jordi Baiget en el gobierno catalán. Baiget fue cesado por Puigdemont por dudar de la viabilidad de la independencia unilateral. “El PDeCAT ha de tener vida propia y opinión propia”, dijo Bonvehí en la televisión Canal Taronja. Pese a ello, Bonvehí ha insistido en los últimos años que se siente “muy cercano al estilo Puigdemont”.
En la conferencia ideológica del PDeCAT de mayo 2017, Bonvehí abogó por evitar una fractura de Cataluña entre el mundo rural y el urbano. Argumentó que “la cohesión territorial” no supone “una Cataluña homogénea”, per entendiendo su diversidad más como una suerte de país rico en folklore que no como una sociedad en la que en las grandes zonas urbanas se impuso un partido antagónico al catalanismo, Ciudadanos: “Queremos a Cataluña en su diversidad, de paisajes, de actividades, de expresiones culturales, de maneras de hablar, de tradiciones”.
Un año más tarde, Bonvehí ha sido el elegido para gestionar el golpe de timón en el que debía ser el gran partido de centro catalán. Bonvehí demuestra una gran capacidad de adaptación respecto a las palabras que expresó en una reunión con militantes en abril de 2017, el único momento mediáticamente polémico de su trayectoria. Una concejal de ERC filmó y filtró una intervención de Bonvehí durante un encuentro con las bases del PDeCAT en Manresa. Bonvehí aseguró que el pulso unilateral podía acabar en fracaso y que, en ese caso, el PDeCAT debería presentarse a unas elecciones con “un candidato autonomista”. En aquella reunión con militantes, Bonvehí también advirtió que el PDeCAT debía ser un partido “moderado”, algo que no conseguían proyectar entre la ciudadanía: “Muchos votantes de buena fue de Duran [Duran i Lleida, exlíder de Unió] tienen que votar a los nuestros. Nosotros no podemos ser más radicales que los de ERC o la CUP. Porque cada día parece que Junqueras es el moderado y la gente vota por el moderado. Y nosotros somos muy radicales y la gente no es tan radical”. Bonvehí deberá liderar ahora un partido que ha apostado por ser más radical que ERC.
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