El foro Edita acaba con tirón de orejas a los políticos

“Me produce envidia escuchar que en Francia, cada año, se invierten 250 millones de euros en el mundo del libro. En España no se entiende hacia dónde vamos; deberíamos recomendar a nuestros políticos que al menos, por favor, paseen libros, aunque no los abran”. Con esa mezcolanza de queja e ironía cerró ayer el presidente de la Federación de Gremios de Editores de España, Daniel Fernández, el Tercer Foro Edita que, con el impulso del Gremio de Editores de Cataluña y la Universidad Pompeu Fabra y la dirección de Patrici Tixis, Javier Aparicio y Sergio Vila-Sanjuán, ha reunido durante tres días en Barcelona a 28 ponentes en 16 mesas redondas, en una edición que ha contado con tres centenares de inscritos.

“Ya les gustaría a los franceses tener una lengua en expansión. Seguramente ellos lo hubieran convertido en negocio, además de hacerlo como seña de identidad”, lanzó con acidez Fernández. Sus referencias a la política del libro del país vecino tenían su génesis en la intervención que poco antes había protagonizado Vicent Monadé, presidente del Centro Nacional del Libro (CNL) de Francia. Algunos de los datos que aportó, por contraste, generan esa sana envidia en el sector español: una ley especifica impide que los libros en Amazon sean más baratos que en las librerías o, desde hace tres años, al traductor se le deben pagar 21 euros por página si se desea optar a algún tipo de ayuda del CNL en ese ámbito.

La jornada de clausura dio también para una mesa redonda sobre el mercado único digital, que dio pie a Enrico Turrin, subdirector de la Federación Europea de Editores, a lamentar la derrota de la nueva ley de copyright en el Parlamento Europeo. “Son los editores, y no las grandes empresas tecnológicas, quienes defienden la libertad”, aseguró.

Ante el auge del audiolibro y la reflexión sobre las nuevas maneras de leer, Javier Celaya, director general de Storytel, aseguró que “la piratería se soluciona también con modelos de negocio, no solo con leyes”. Círculo cerrado.