Madrid diversa e inclusiva
La primera teniente alcalde de Madrid recuerda las emociones y desesperaciones de 40 años de lucha por los derechos de lesbianas, gays, trans y bisexuales
Estos días conmemoramos el 40 Aniversario de la primera manifestación celebrada en Madrid por los derechos lgtbi.
Aquel 25 de junio de 1978, alrededor de 7.000 personas marcharon entre la calle O’Donnel y la avenida Menéndez Pelayo, desafiando los convencionalismos de la época y toda norma para presentarse como lo que eran, personas libres exigiendo sus derechos. Esos derechos de los que no se hablaba entonces: el derecho a amar, el derecho a la identidad sexual, el derecho a la expresión de género… aunque no se utilizaran estos conceptos, mucho más recientes.
Estaba aún en vigor la Ley 16/1970, sobre peligrosidad y rehabilitación social. Si, aquella que “actualizaba” la denominada Ley de “vagos y maleantes”, en la que se incluía “la peligrosidad social de los que realicen actos de homosexualidad” en su artículo 2.3, y que tuvimos que esperar hasta el 26 de diciembre de ese mismo 1978 para su derogación.
Ahora, cuando las calles de Madrid se llenan de Orgullo, ocupadas por cientos de miles de personas celebrando la diversidad y exigiendo más visibilidad, se podría pensar que todo está conseguido. Y de pronto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) nos devuelve a la realidad: hace 10 días que ha excluido la transexualidad de su lista de trastornos mentales. En 1990 tuvieron a bien excluir la homosexualidad.
Cuántas emociones y desesperaciones hemos vivido en estos años de lucha por los derechos de lesbianas, gays, trans (transgénero, transexuales…) bisexuales, y cuánto camino queda por recorrer, porque mientras nuestros derechos no sean universales, son derechos mermados, que hacen de una parte de nosotras y nosotros, una élite. Hay más de 70 países donde los derechos de las personas LGTBI no existen, donde los estados fomentan el odio, persiguen, castigan y hasta asesinan a las personas por su orientación o identidad sexual. Inhumano. Incomprensible. Insostenible. En estos países, la declaración de la OMS más que pertinente, es imprescindible.
Sin duda, la situación en nuestro país se acerca mucho a la normalización, aunque falten un buen número de medidas que avancen en el reconocimiento de los derechos para el colectivo LGTBI. Pero, sobre todo, es necesario continuar exigiendo igualdad de trato, que la diversidad no significa más que ese tránsito de lo normal, a lo habitual. Y la incesante lucha contra la LGTBIfobia que sigue latente en una parte, pequeña pero muy dañina, de nuestra sociedad.
Madrid ha sido reconocida como la ciudad más amigable para vivir la libertad de ser y de ejercer los derechos lgtb, la ciudad lgtbifriendly por excelencia, y nuestro Orgullo ostenta el honor de estar considerado el mejor del mundo. Todo ello gracias a la gente de Madrid, nuestros vecinos y vecinas, y a las personas que vienen a reivindicar y a celebrar en estos días, convierten esta ciudad en ese abrazo que nos presenta y nos representa. Un lugar donde mirarse y proyectar esa libertad imprescindible para respirar. Pero, también, donde otras ciudades pueden reconocer que la identidad, la sexualidad, la visibilidad, la solidaridad, el respeto, la dignidad construyen siempre el mejor relato.
Marta Higueras Garrobo es primera teniente de Alcalde del Ayuntamiento de Madrid.
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