División entre los dirigentes del PP catalán sobre los candidatos a relevar a Rajoy

Azotado por una profunda crisis desde sus resultados catastróficos del 21 de diciembre -pasó de tener 11 a 4 diputados-, el Partido Popular en Cataluña vive ahora con agitación el proceso electoral para elegir al sucesor de Mariano Rajoy. La designación del heredero tiene una importancia capital en la formación catalana sometida históricamente a las directrices de la cúpula de Génova. Ante esa tesitura, los dirigentes del partido han mostrado sus preferencias y han revelado unas divisiones que estaban hasta ahora soterradas. María Dolores de Cospedal, secretaria general, y Pablo Casado, que se le considera afín a José María Aznar, concitan los mayores apoyos frente a la opción encarnada por Soraya Sáenz de Santamaría, la exvicepresidenta del Gobierno.

Cospedal arrancó el sábado su campaña en Cataluña -su equipo lleva en cinco días 2.000 kilómetros de carretera- y exhibió el apoyo de la exministra de Sanidad, Dolors Montserrat y de la expresidenta del partido Alicia Sánchez-Camacho. Alberto Villagrasa, concejal del Ayuntamiento, también está participando en su campaña, según fuentes de esa candidatura. Xavier García Albiol, presidente del partido, siempre ha sido considerado próximo a Cospedal aunque no ha hecho explícito su respaldo. No estuvo en el acto del sábado pero aclaró a través de las redes sociales que estaba fuera de Barcelona. Cospedal ya dejó claro que durante la aplicación del artículo 155 habría optado por más mano dura interviniendo TV3. De hecho, dirigentes que la apoyan achacan su desplome electoral a la supuesta tibieza del Gobierno de Rajoy.

Frente a esta candidatura, Casado ha exhibido unos complicidades relevantes e inesperadas como los del portavoz del grupo parlamentario del PP en el Parlament, Alejandro Fernández; la presidenta del partido de Lleida y exdiputada, Marisa Xandri o el de Barcelona, Dani Serrano. El exdiputado Luis Milián también lo secunda. "Apoyo a Pablo Casado porque defendemos las mismas cosas: España, la Libertad, el Humanismo y la tolerancia cero ante el separatismo supremacista. Por eso me afilié al PP", ha dicho públicamente Fernández en las redes sociales.

La alternativa de Sáenz de Santamaría, que hará campaña el lunes en Barcelona, parece en principio más minoritaria. De momento, cuenta  con el apoyo de José Luis Ayllón Manso, exjefe del gabinete de Rajoy, y de Enric Millo, exdelegado del Gobierno y presidente del  PP en Girona, pendiente de celebrar el congreso provincial para renovar la dirección. A la exvicepresidenta, a quien el sector de Cospedal reprocha no haber actuado con más dureza en Cataluña y haber fracasado en su operación diálogo, la respalda también la concejal de Girona Conchita Veray.

Pero solo es en teoría porque diversas fuentes del partido admiten que la decisión que tomen los militantes es una incógnita. De entrada, se estimaba que en Cataluña hay 30.000 militantes pero solo se han 1.762 tendrán derecho a voto por estar a corriente de pago o haber aprovechado la oportunidad del congreso para regularizar su situación. La militancia se reparte así: 1.762 en Barcelona; 233 en Tarragona; 184 en Lleida y 107 en Girona. Los afiliados votarán el día 5 en una doble urna: en una a su candidato preferido -solo dos pasarán el corte- y en la segunda a los compromisarios. A Cataluña le corresponden 124: 18 son los miembros del PP catalán en la junta directiva nacional y tienen segura su presencia en el congreso tienen y 106 serán elegidos por los militantes.

Ante la baja participación, El exministro José Manuel García Margallo, que ha realizado este miércoles un acto en Barcelona, alarmó durante el acto sobre esa desafección que la militancia está demostrando hacia el partido ante las bajas cifras de participación. "El príncipe Potemkin, cuando Catalina de Rusia paseaba en ferrocarril por el imperio y los pueblos no eran excesivamente bonitos, ponía delante una fachada de cartón que duraba hasta las siguientes lluvias. Aquí (en el PP) hemos vivido en un espejismo durante algún tiempo. Y, cuando han llegado las lluvias, el espejismo ha desaparecido", expresó el exministro. "Lo primero que hay que decir es que no somos tantos como creíamos".