Nueva alerta en la costa de Alicante por la ‘carabela portuguesa’
La bandera roja ondea entre El Campello y Torrevieja por la proliferación de las falsas medusas
La presencia de la temible carabela portuguesa, una especie marina altamente tóxica, ha vuelto a activar la alerta en la costa alicantina. Decenas de kilómetros de playas, entre El Campello y Torrevieja, se encuentran cerradas al baño desde hace unos días tras el avistamiento y recogida de varios ejemplares de este hidrozoo sifonóforo, que suele confundirse con una medusa. Sus picaduras son mucho más peligrosas y dolorosas que las de éstas y, en casos extremos, pueden llegar a ser mortales.
“Hemos tomado las medidas necesarias para que no ocurra nada este fin de semana. La empresa de salvamento y socorrismo estará pendiente en todo momento”, aseguraba este viernes la concejal responsable del Patronato de Turismo y Playas de Alicante, Mari Carmen de España, para lanzar “un mensaje de tranquilidad” a ciudadanos y turistas.
La proliferación de carabela o fragata portuguesa en la zona no es un fenómeno nuevo. El pasado mes de abril, el hallazgo de decenas de estas falsas medusas ya obligó a prohibir el baño en numerosos puntos del litoral alicantino. Según explicaba entonces a EL PAÍS Gabriel Soler, director del Instituto de Ecología Litoral de la Comunidad Valenciana, dependiente de la Diputación de Alicante, su llegada se debe a una masa de agua procedente del océano Atlántico que penetró en marzo en el Mediterráneo, empujada por las borrascas, a través del estrecho de Gibraltar. Los vientos de Levante han ido arrastrando en las semanas posteriores multitud de ejemplares dispersos, nunca grandes colonias, hacia tierra firme.
La detección de nuevas carabelas forzó el pasado miércoles al ayuntamiento de El Campello a izar la bandera roja en todo su término municipal. El de Alicante hizo lo propio un día después de forma progresiva en todas sus playas (Albufereta, cabo de las Huertas, Postiguet, San Juan y Urbanova). La amenaza se extendió horas más tarde al sur de la provincia, con la consiguiente prohibición del baño en Arenales del Sol, Carabassí y El Altet (Elche), que se mantendrá todo el fin de semana, y en un tramo de dos kilómetros de la playa de La Mata (Torrevieja).
El fenómeno, aunque infrecuente y pasajero, ha supuesto un cierto contratiempo para el arranque de la precampaña turística estival en la Costa Blanca y ha coincidido con la llegada capital alicantina de 6.000 cruceristas a bordo de tres buques.
La carabela portuguesa, de nombre científico Physalia physalis y con un diámetro máximo de 30 centímetros, se distingue por su flotador rosado, visible en la superficie, y sus tonos azulados. Cualquier contacto con sus largos tentáculos puede resultar peligroso, incluso si está en la arena, ya que su toxicidad permanece activa al menos hasta 24 horas en condiciones de sequedad.
El veneno de esta especie pelágica depredadora, que se alimenta de peces y plancton, puede afectar gravemente a niños, personas alérgicas y mascotas y ocasionar una fuerte urticaria, mareos y vómitos. Los especialistas han documentado incluso casos de muerte por ahogamiento debido a sus facultades neurotóxicas y cardiotóxicas. Por eso, según el Instituto de Ecología Litoral, que tiene su sede en El Campello, "ante una proliferación es mejor no meterse en el agua".
Desde mediados de esta semana, varias decenas de estas falsas medusas han sido encontradas por personas que paseaban o se bañaban en las playas. Los ayuntamientos afectados y algunos expertos han emitido mensajes donde piden a los ciudadanos que no las toquen bajo ningún concepto y avisen a socorristas o a las policías locales para que sean retiradas. En caso de picadura, nunca debe lavarse la herida con agua dulce, los tentáculos y demás restos adheridos a la piel deben ser retirados con pinzas y es aconsejable acudir de inmediato a un centro sanitario.
Las carabelas tenderán a desaparecer paulatinamente del litoral cuando cambie la dirección del viento, éste sople de poniente y las empuje mar adentro, según pronostican los biólogos marinos. De hecho, Alicante ha reabierto este sábado sus dos playas principales, San Juan y El Postiguet, aunque mantiene cerradas las demás porque no disponen de servicio de salvamento y socorrismo hasta el próximo 1 de junio.
La concejal de Turismo ha explicado hoy que técnicos de la empresa que presta este servicio han estado realizando batidas con motos acuáticas desde primera hora de la mañana para detectar nuevos ejemplares de Physalia physalis, retirarlos y garantizar así la seguridad de los bañistas en los tramos donde vuelve a ondear la bandera verde.
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