La madre del niño muerto: “Nadie les dijo que salieran del Retiro”
El Ayuntamiento ha mantenido todo este tiempo que habia ordenado el desalojo del parque unos 40 minutos antes del accidente
“Nadie les dijo a mi marido y a mi hijo que salieran del Retiro”. Así de rotunda se muestra la madre del niño de cuatro años muerto el 24 de marzo tras caerle encima un pino piñonero, en declaraciones en exclusiva a EL PAÍS. El accidente se produjo cuando los dos estaban a punto de abandonar el parque para recoger a la mujer y a su madre, que se encontraban en una peluquería cercana. El Ayuntamiento ha mantenido en todo momento que había decretado el cierre unos 40 minutos antes y que este proceso suele llevar mucho tiempo. La familia del pequeño pide que se le respete el duelo que acaban de iniciar.
El dolor inunda el domicilio de Colmenar Viejo de los familiares del niño muerto en el parque del Retiro, Afirman que están pasando “momentos muy difíciles”, al estar tan reciente todo lo ocurrido. Rechazan hablar y tan solo la madre del pequeño accede a responder a una pregunta que estaba pendiente: ¿Avisó alguien a su marido de que estaban desalojando el parque y que tenían que marcharse lo antes posible?
La mujer habla desde su inmenso dolor y su rostro transmite indignación: “No, nadie les dijo que tenían que salir del Retiro”. Le cuesta hablar, pero relata lo ocurrido antes de que cayera el pino piñonero. Su marido y su hijo estaban haciendo tiempo paseando por el parque, mientras ella y su madre se encontraban en la peluquería. Ya les quedaba poco. “Mi marido intentó reservar una mesa en un restaurante que está justo al lado del lugar del accidente [dentro del parque]. Quería mesa para las dos y media de la tarde, que es justo cuando acabaríamos nosotras”, relata.
El restaurante estaba todavía abierto y nadie les avisó de que tenían que cerrar por el fortísimo viento que soplaba aquella mañana. “A esa hora, solo un minuto antes de que ocurriera todo, aún estaban cogiendo reservas. A mi marido no le dieron mesa porque íbamos con el carrito de la niña”, afirma la mujer. Unos 20 días antes del accidente, la mujer había dado a luz a la segunda hija del matrimonio.
Padre e hijo salieron del restaurante en dirección a la puerta de la Reina Mercedes, en la confluencia de la avenida de Menéndez Pelayo y la calle de Ibiza. El pequeño iba un poco adelantado, montado en su patinete. En ese momento, un enorme pino de unos 15 metros de altura le cayó encima y lo mató en el acto. Eran las 13.30 y supuestamente el Ayuntamiento había ordenado el desalojo del parque unos 40 minutos antes. El padre también resultó herido en una pierna. Tuvo que ser intervenido quirúrgicamente en un centro hospitalario días después, cuando su hijo ya había sido enterrado en el cementerio de Colmenar Viejo. “A esa hora estaban cogiendo todavía reservas y nadie, absolutamente nadie, les dijo nada de que cerraba el Retiro. Es más, a esa hora estaba entrando y saliendo gente sin que nadie les comentara que aquello estaba cerrado”, añade la mujer.
Los rostros de los familiares que la acompañan también dan muestras de estar destrozados por el luctuoso accidente. “Si fuera por otra cosa, hablaríamos, pero todo está muy reciente y queremos estar solos”. Así concluye la mujer la corta conversación mantenida con este periódico.
Sin orden de cierre
Un testigo del accidente, de nombre Antonio, explicó aquel 24 de marzo que estaba corriendo por el parque y que nadie le ordenó que saliera. De hecho, justo cuando pasaba cerca del paseo que da a la salida de la calle de Ibiza, vio como caía el árbol. Tras intentar ayudar al pequeño e incluso levantar el pesado árbol, continuó su carrera. En el resto de puertas tampoco había policías o personal municipal que avisaran del cierre.
Este periódico pudo comprobar que, pasada más de una hora del accidente, todavía había personas dentro. Los responsables de Parques y Jardines les acompañaron a la salida, cerrada por un cordón policial.
La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, y la concejal de Medio Ambiente, Inés Sabanés, convocaron una rueda de prensa urgente tras el accidente. La regidora afirmó que estaban consternados por la muerte del pequeño, mientras que la edil mantuvo que habían evaluado los antecedentes y decidieron cerrar el parque a las 12.57. Los días anteriores a la muerte del pequeño había habido fuertes lluvias en la región, en especial de martes a jueves. Eso hacía que la tierra estuviera menos compacta y ofreciera menos resistencia a los fuertes vientos que rolaban aquella mañana.
Inés Sabanés aseguró que el árbol que mató al vecino de Colmenar Viejo había sido revisado en los últimos días, aunque no supo precisar la fecha exacta. También reconoció que se habían caído dos árboles durante la madrugada y algunos ejemplares más durante las jornadas anteriores. “No se pueden prever todas y cada una de las circunstancias”, añadió la edil.
El Ayuntamiento ha explicado en estas dos últimas semanas que el desalojo de un parque como El Retiro (140 hectáreas y más de 19.000 ejemplares) resulta complicado por la cantidad de personas y negocios que acoge. Tras el accidente, ha estado cerrado dos semanas, en las que se ha revisado todo el arbolado. Según datos del Ayuntamiento, se han talado 82 ejemplares y se han cortado ramas que amenazaban con caerse. El parque reabrió al público el pasado sábado.
Pendientes de cómo evoluciona el proceso penal
La muerte del niño de cuatro años tras caerle un árbol encima en el parque del Retiro el pasado 24 de marzo ha supuesto la apertura de un procedimiento penal por parte del juzgado de instrucción de la capital que estaba de guardia ese día. El magistrado tendrá que valorar en los próximos meses si ha existido responsabilidad por parte de alguna persona o institución en el fallecimiento del pequeño.
El juez debe valorar, antes de tomar una decisión, el informe de la Policía Científica, encargada de la inspección ocular del árbol y del lugar del accidente. A ello se unirá el atestado policial efectuado por los agentes que intervinieron y el informe definitivo de la autopsia realizada al cuerpo del pequeño. Si entiende que no existió dolo o culpa (intención o negligencia), lo más probable es que archive el procedimiento por ausencia de delito.
La familia tendría abierta entonces la vía contencioso-administrativa para reclamar la responsabilidad patrimonial de la Administración, en este caso, el Ayuntamiento de Madrid. En estos casos, suele llegarse a un acuerdo privado entre las partes sin necesidad de juicio. De la indemnización se haría cargo la aseguradora contratada por el Consistorio.
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