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Rubí busca que el transporte urbano sea totalmente gratuito en 2020

La iniciativa, que tendrá un coste de cerca de un millón de euros, se impulsa aprovechando que la concesión caduca el próximo año

Un autobús urbano de Rubí.
Un autobús urbano de Rubí.Carles Ribas

El transporte público urbano será gratuito en Rubí (Vallès Occidental) a partir de 2020. Es lo que desea el Gobierno de la ciudad, que de momento ya cuenta con el aval de los primeros informes técnicos y con la financiación para hacer frente hasta el millón de euros que calcula que costará. La intención es aprovechar la renovación de la concesión el año próximo para introducir esta nueva condición. “La voluntad es tener una ciudad amable y limpia, que se reduzca el uso del vehículo privado y, en consecuencia, la contaminación”, resume la alcaldesa Ana María Martinez (PSC).

El Ayuntamiento encargó diferentes informes de viabilidad. “Los informes apuntaron qué necesitamos y qué coste tendrá y dicen que es viable. Ahora estamos mirando detalles más pequeños, como si habrá una tarjeta para controlar el tráfico de usuarios”, añade Martínez. Y apunta que para poder llevar a cabo el proyecto será necesario aumentar la frecuencia de paso de los autobuses, cosa que se hará ampliando y renovando la flota —que actualmente es de 17 convoyes— con vehículos ecológicos (en breve se comprarán cinco autobuses híbridos). De momento no se prevé aumentar la red con líneas nuevas, así que seguirán existiendo las siete líneas actuales.

Si los informes apuntan que el proyecto es viable técnicamente, Ana María Martínez asegura que económicamente también lo es. Calculan que la gratuidad supondrá entre 700.000 y un millón de euros anuales para las arcas municipales, una cifra que se sumará a los dos millones actuales que cuesta el servicio. El gasto adicional se asumirá con el aumento de ingresos previsto, de unos dos millones, ya que Rubí ha superado los 75.000 habitantes, cosa que le otorga una mayor porción en los impuestos estatales como el IVA.

La concesión del servicio de autobuses urbanos finaliza a principios de 2019 y el Gobierno municipal ya está redactando el pliego de cláusulas para el nuevo concurso, que incluye esta condición de gratuidad. La alcaldesa admite que será necesario prorrogar el actual contrato unos seis meses para poder poner en marcha el nuevo modelo “a finales de 2019 o principios de 2020”.

Lo que le falta al Gobierno local son los apoyos políticos necesarios para hacerlo posible. A la alcaldesa le gustaría llevar los pliegos del nuevo concurso al pleno municipal antes de verano, pero de momento la mayoría de grupos municipales han mostrado su sorpresa y sus reticencias al proyecto por precitado. Y los socialistas gobiernan en minoría con solo seis de los 25 concejales del pleno y necesitan 13 votos para aprobarlo. ERC, segundo partido con cinco concejales, considera que antes hay otras prioridades, que el servicio ya es deficitario y que hay que controlar los números rojos, y apuestan, como alternativa, por mejorar la flota y las frecuencias de paso y por la gratuidad solo para los colectivos vulnerables. “Es posible que hiciéramos el anuncio sin consultarlo al resto de partidos, así que es comprensible su reacción. Pero creo que es una primera reacción que se modulará cuando puedan conocer la propuesta y puedan participar introduciendo mejoras. Además, es algo que mejorará la calidad de vida de los ciudadanos”, confía Martínez.

El Ayuntamiento está calculando el impacto de la medida, pero las primeras cifras apuntan a un aumento del 10% de usuarios. De hecho, en la última década, marcada por la crisis, el servicio ha vivido un incremento del 47% de viajeros, hasta los 1,7 millones del año pasado. La alcaldesa lista otros beneficios. “Si reducimos el uso de vehículo privado también disminuirán los atascos y el problema del aparcamiento. Y a la vez es una ayuda a las personas con más dificultades económicas, entre ellas las personas mayores”.

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Si sale adelante, Rubí sería pionera en aplicar este tipo de iniciativa que solo existe, apunta la alcaldesa, en el municipio de Azuqueca de Henares (35.000 habitantes, Guadalajara). El Gobierno municipal prepara una visita a esta población castellana para aprender de su experiencia. “Queremos ver qué elementos debemos tener en cuenta para que salga bien. Porque su experiencia demuestra que el proyecto es posible”, zanja la edil.

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