Dos creadoras de danza con éxito internacional
Marina Mascarell y Aina Alegre muestran sus coreografías en Barcelona
Estos días en el marco de la programación de la Dansa Quinzena Metropolitana se ha podido ver el trabajo de Marina Mascarell (Valencia, 1980) y de Aina Alegre (Vilanova y la Geltrú, 1986), la primera en el Mercat de la Flors (hoy aún hay función) y la segunda en la Sala Hiroshima. Ambas desarrollan con notable éxito su trabajo como coreógrafas en el extranjero.
El público barcelonés conoció a Marina Mascarell, premiada coreógrafa y que desarrolla su carrera profesional en los Paises Bajos, cuando el grupo sueco de danza contemporánea Göteorsoperans Danskompani bailó su coreografía Mongrel en el Mercat de les Flors en mayo de 2016. Ahora ha vuelto a este espacio escénico con un grupo de excelentes bailarines para interpretar una sugestivita pieza, Three tims rebel en la que bucea, en un tema de rabiosa actualidad: la desigualdad de géneros. En la inmensidad del escenario de la sala MAC del Mercat cuatro mujeres y un hombre —Nina Botkay, Maud de la Purification, Filippo Domini, Eli Cohen y Chen-Wei Lee—, expresan a través de sus cuerpos una rebeldía feroz y poética, que inspira obras como Orlando, de Virginia Woolf, y poemas de Sylvia Plath y de Maria Mercè Marçal. Esta rebeldía, que se enmarca en una ágil e imaginativa escenografía formada por tubos plegables, que crean diferentes estructuras por las que se esconde, trepan o cobijan los protagonistas, tiene una aliada de excepción en la magnífica y seductora música de la española Yamila Ríos, que combina la música electrónica y el chelo en contundentes y expresivos pasajes sonoros que acompañan la callada violencia que destila la pieza.
En cuanto el baile creado por Mascarell, al igual que en Mongrel, enfatiza el trabajo de grupos, los cuerpos de los bailarines se entrelazan con una nitidez asombrosa formando diferentes esculturas. Son cuerpos jóvenes y dúctiles que recrean el poliédrico universo de la mujer contemporánea. Las frases coreográficas son fluidas y su riqueza gestual más fértil que en Mongrel, lo que evidencia que el trabajo de esta artista crece día a día.
Mientras, en la Sala Hirsohima, la bailarina y coreógrafa catalana Aina Alegre, afincada en París desde hace más de 10 años, ofrece Le jour de la bête, una telúrica e intensa pieza en la que la autora explora la parte animal e instintiva que llevamos dentro los humanos. Esa parte de nosotros que nos impulsa a rebasar límites en momentos de celebración como el carnaval y las fiestas populares en los pueblos. Es una pieza terrenal en el que el movimiento desprende animalidad y subversión. El suelo de la Hiroshima convertido en una tierra inhóspita con algún centelleo púrpura es el escenario por el que los excelentes bailarines, Aniol Busquets, Teresa Acevedo, Charlie Fouchier, Cosima Grande y la propia Aina Alegre dan rienda suelta a sus instintos más primitivos. La frase coreográfica se entrelaza con el gesto primitivo en un vocabulario interesante en el que la autora debe profundizar para ampliar su discurso.
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