El Liceo francés se enreda con la diplomacia
El ministro de Exteriores galo, acusado de enchufar a sus nietos en la sede de la institución educativa en Barcelona
Jean-Yves Le Drian es uno de los ministros clave del Gobierno de Emmanuel Macron. Le Drian, un bretón experimentado, discreto y eficiente, ocupó la cartera de Defensa con el presidente socialista François Hollande, y ahora dirige la poderosa diplomacia de Francia. En virtud de este cargo también es el responsable de la red de liceos franceses en el extranjero, una de las armas del soft power francés, la capacidad de extender la influencia global de la grande nation por medio de la cultura y la educación.
Ahora Le Drian se ve cuestionado por un artículo en Mediapart —diario especializado, desde una óptica progresista, en el periodismo de investigación y la revelación de escándalos— que denuncia que, en el verano de 2017, el ministro usó su influencia para hacer entrar a sus nietos en el Liceo francés de Barcelona. Ni el artículo ni los documentos que lo sostienen demuestran que efectivamente los familiares del ministro entrasen en la escuela gracias a la posición del abuelo, pero sí parecen indicar que los movimientos oficiales para obtener este resultado existieron.
El caso mezcla el posible exceso de celo y las acciones torpes de altos funcionarios, la filtración de documentos comprometedores para uno de los colaboradores más significativos y leales del presidente de la República como es su ministro de Exteriores, y todo esto en el contexto del boom de Barcelona como destino turístico y profesional para franceses, que se ha traducido, en los años recientes, en la multiplicación de las demandas de acceso a la escuela francófona.
Mediapart sostiene que los dos parientes de Le Drian entraron en la escuela después de que Édouard Beslay, entonces cónsul de Francia en la capital catalana, expresase al director del Liceo francés, Dominique Duthel, el deseo de que los nietos de Le Drian fuesen aceptados. El cónsul llegó a indicar al director, según los correos que publica Mediapart, que, si los muchachos entraban en la escuela, a cambio el ministro podría visitarla en el marco de un próximo viaje a Barcelona.
Según Mediapart, el 1 de junio de 2017, fecha límite para presentar los documentos de inscripción, estos documentos estaban incompletos. Una fuente del Quai d’Orsay que pidió anonimato aseguró que se presentaron en los plazos adecuados. En declaraciones a Mediapart, Duthel niega que hubiese ninguna irregularidad, y explicó que sobraban plazas en los cursos a los que debían entrar los nietos de Le Drian.
“Yo no intervine”, aseguró Le Drian el jueves, en una entrevista con la cadena de televisión CNEWS. “No veo tema”, añadió. “A menos que pensemos que, como son mis nietos, no tienen derecho a ir al liceo francés”. El ministro defendió que la intervención de su gabinete se había producido para avisar al cónsul y a las autoridades españolas con motivos de seguridad. El argumento es que el cónsul sobreinterpretó estas instrucciones y por eso presionó al Liceo francés para aceptar a los nietos del ministro. A la pregunta sobre si la filtración tiene algo que ver con las elecciones anticipadas para el escaño de la Asamblea Nacional en representación de los franceses de España, Portugal, Andorra y Mónaco, Le Drian respondió: “Es una hipótesis”.
Mediapart publicó el miércoles dos correos electrónicos entre el cónsul Beslay y el director Duthel, fechados el 7 de junio de 2017. En el primero, Beslay le explica a Duthel que acaba de recibir una llamada del director de gabinete de Le Drian: dos nietos suyos han presentado una demanda de inscripción en la escuela. “Así que sería deseable que obtuviesen una plaza”, escribe el cónsul. Y añade: “Quizá así ustedes tendrán un oído más atento en el nivel más alto, y la alegría de tener una visita del ministro el año que viene”. “No son niveles fáciles”, responde Duthel, “pero haremos lo necesario cuanto antes”.
Los nietos —hijos del hijo de la mujer del ministro, María Vadillo, de origen español— ya son alumnos de la escuela, pero Le Drian no ha viajado a Barcelona, como mínimo en visita oficial.
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