La Policía Municipal investiga dos imprentas que editan tarjetas de contactos sexuales
Los agentes localizaron los posibles objetivos tras entrar en un piso de Arganzuela y decomisar 25.000 folletos
La Policía Municipal está a punto de localizar y expedientar a los responsables de dos imprentas en las que se editan las tarjetas de contactos sexuales y masajes eróticos que habitualmente se colocan en las ventanillas de los vehículos. Los agentes de la Unidad de Investigación y Coordinación Judicial han dado con la pista tras desarticular un piso cuya publicidad ilícita se repartía en las proximidades de colegios de Usera y Arganzuela.
Los agentes encargados de investigar estas tarjetas han decidido ir al origen y cortar con el suministro a los pisos de masajes. De esta manera, pretenden acabar con una práctica que vulnera la ordenanza de publicidad exterior aprobada hace unos 10 años. Esta solo permite el reparto de folletos tras conseguir el preceptivo permiso municipal o en periodo electoral. A la ordenanza municipal, puede unirse otra clase de normativas como la protección del menor o contra la propia imagen y el honor.
Una de las imprentas pudo ser localizada gracias al registro de un piso en el que se dan masajes. La investigación comenzó cuando se vio a un hombre repartiendo estas tarjetas por el paseo de las Delicias. Los agentes se acercaron y le identificaron. Facilitó como domicilio el piso en el que se ejercían los contactos. Después fue citado para declarar en la unidad policial.
Los investigadores acudieron al piso en cuestión y la dueña les permitió entrar de manera voluntaria, por lo que no precisaron un mandamiento judicial. En la vivienda había otras tres mujeres que afirmaron que se encontraban allí de manera voluntaria. También mantuvieron que se dedicaban a los masajes. Durante la entrada a la casa, los agentes decomisaron 25.000 tarjetas listas para ser repartidas. Pero hallaron una pista por la que seguir con sus pesquisas. Junto a la publicidad, había un albarán de la imprenta en la que se habían editado.
A precio reducido
El responsable de la Unidad de Investigación y Coordinación Judicial, el oficial Jesús María García Cortijo, quiere dar pocos datos para no frustrar la localización exacta de las imprentas. En los próximos días pueden acceder a estos dos locales. Uno de ellos es una imprenta como tal, mientras que el otro puede ser un negocio encubierto en el que con una simple impresora de gran calidad pueden editarse las tarjetas. “El precio es bastante reducido. Con unos 15 o 20 euros se puede hacer un número elevado de tarjetas. A partir de ahí se reparten en las zonas que más interesan”, afirma este mando policial.
Ciudad Lineal y Retiro, a la cabeza
La Policía Municipal ha efectuado hasta el momento 16 operaciones contra las tarjetas de masajes. La mayor incidencia se ha dado en el distrito de Ciudad Lineal, seguido de Retiro, Arganzuela y Fuencarral-El Pardo.
Las 22 unidades de distrito remiten las quejas vecinales y todo el material que recopilan a la Unidad de Investigación y Coordinación Judicial para que inicien las pesquisas y lleguen hasta los pisos. En caso de comprobar que hay mujeres obligadas a prostituirse, se pasa la información a la Brigada de Extranjería de la Policía Nacional.
Este tipo de investigaciones surgió a raíz de una queja de la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid (FRAVM) que se reunió en octubre con los responsables del Ayuntamiento de Madrid para pedirles que pusieran medidas para acabar con estas tarjetas de masajes. “Lo que queremos evitar que haya un menoscabo en la imagen y el honor de las mujeres, para evitar que haya una cosificación. Muchas veces esas tarjetas ofrecen imágenes de mujeres que no han dado su permiso para salir en ese tipo de publicidad”, afirma el mando policial.
Las investigaciones se han centrado en los alrededores de los centros escolares para evitar que los menores caigan en estos contactos. Muchas veces son las propias asociaciones de vecinos las que se dirigen a las oficinas de atención al ciudadano de la Policía Municipal. Estos remiten toda la información y si pueden hasta muestras de las tarjetas a la Unidad Judicial. “Trabajamos de manera conjunta con la Fiscalía Provincial, en especial con la de Violencia de Género, por si hay indicios de actividad delictiva”, añade García Cortijo, en cuya unidad trabajan 123 agentes.
El oficial reconoce que las investigaciones resultan complicadas, ya que para este tipo de delitos es complicado que los jueces otorguen un mandamiento de entrada y registro. Estos requieren siempre que haya indicios suficientes para la comisión de un delito y que no exista una alternativa menos gravosa para su investigación. “Resulta harto difícil por no decir casi imposible, por lo que hay que hacer otro tipo de investigación”, describe el oficial.
Los agentes tutores (policías municipales dedicados a la vigilancia de centros educativos) también están dando charlas en los colegios para afrontar este tipo de publicidad con los alumnos. “Hay un compromiso muy serio. Estamos abordando el problema desde todos los puntos que podemos para intentar acabar con esa práctica”, concluye el mando policial.
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