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El cierre de la cooperativa de libreros Bestiari se salda con 11 despidos

Born y Museu d'Història de Catalunya harán nuevos concursos para mantener sus librerías

Carles Geli
Aspecto de la librería del Museu dHistòria de Catalunya, que gestionaba Bestiari, ya cerrada al público.
Aspecto de la librería del Museu dHistòria de Catalunya, que gestionaba Bestiari, ya cerrada al público.carles ribas

La crisis del histórico grupo de librerías independientes Bestiari, que ha entrado en proceso de liquidación y que se ha plasmado esta semana con el cierre de las tiendas que el colectivo gestionaba en el Museu d’Història de Catalunya y el Born Centre de Cultura i Memòria (Born CCM), comportará finalmente la pérdida de 11 puestos de trabajo, ya que las 16 tiendas que actúan como socias de la cooperativa fundada en 1976 no los podrán absorber. El próximo martes será el último día que acudirán a sus puestos de trabajo. Resuelta su indemnización pactada, empezará el proceso de liquidación con los proveedores, mayormente editoriales. “Hay patrimonio suficiente: la venta del local [en la calles Mecànica de la zona Franca de Barcelona], así como la de las furgonetas, ordenadores o estanterías, nos permitirá clausurar con cierto orden, aunque igual tardamos unas semanas o un año”, enmarca Joan Bordanova, gerente del grupo.

La caída de Bestiari ha sido rapidísima, en apenas tres semanas, y es fruto, según su gerente, “del estado de las propias librerías-socias”. El desencadenante habría sido la comunicación formal de la marcha de dos tiendas más de la cooperativa, que se añadirían a las seis que la han abandonado en estos últimos cuatro años; en 2014, sumaba 22 socios, que contaban, además, con mayor musculatura en su cifra de negocios. “Bestiari era básicamente una central de compra y de apoyo logístico, servicios por los que se pagaba una cuota; el diferencial entre ésta y los descuentos conseguidos de las editoriales ha ido siendo menor cada año”, apunta el gestor.

Para Bordanova, la marcha de los dos socios “era necesaria para su propia viabilidad y nosotros, siendo sólo 14, no podemos seguir aguantando: ya adelgazamos al máximo la plantilla y nos hemos reducido el salario dos veces en los últimos dos años; por eso abrimos la línea de negocio de presentarnos a concursos para gestionar librerías de otros, que no funcionaban demasiado bien pero iban tirando, cierto que vendiendo más camisetas o gadgets de la ciudad que libros”.

La caída de Bestiari la enmarca su gerente en un contexto más amplio de crisis del sector. “Todas las librerías han visto reducir su margen de beneficio en un 5% en los últimos años y, diga lo que diga el Gremi de Llibreters de Catalunya, las ventas han caído un 30% en los últimos diez años”, cifra Bordanova. Buena parte de ese encogimiento lo atribuye directamente a la política de los grandes grupos editoriales que, en su opinión, “siguen publicando muchos títulos al año y que para mantener sus márgenes de beneficios intactos han ido recortando a las papeleras, a los impresores, a los traductores y a los intermediarios que somos los libreros; en Bestiari, hemos pasado de obtener descuentos de hasta el 40% a ahora al 35% como el más alto; no sé si a las grandes cadenas y superficies también se los han rebajado, pero a nosotros, sí”.

El cierre de Bestiari no implica, según la experiencia de Bordanova, que ha pilotado la cooperativa en los últimos cuatro convulsos años, el final del modelo de unión de pequeñas librerías independientes para concentrar compras y compartir servicios y poder ser así más competitivos. “La necesidad sigue claramente ahí, ocurre que en nuestro caso quizá nos pesaba mucho la parte logística, fruto de nuestros orígenes, cuando las dificultades de que un libro llegara a las librerías de comarcas con poca diferencia respecto a su presencia en las de Barcelona era abismal; se necesita un Bestiari 2.0 o, en su defecto, habrá que inventarse otra cosa”.

Por su parte, tanto el Museu d’Història de Catalunya como el Born CCM confirmaron ayer a este diario que mantendrán los espacios que hasta ahora tenían destinados a librerías y que gestionaba Bestiari con este mismo fin. En ambos casos habrá una nueva licitación que, sin embargo, “no será convocada antes de, al menos, dos meses”, según un portavoz del museo, lo que hará que ambos centros no puedan volver a tener servicio de librería hasta bien avanzado el año.

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Sobre la firma

Carles Geli
Es periodista de la sección de Cultura en Barcelona, especializado en el sector editorial. Coordina el suplemento ‘Quadern’ del diario. Es coautor de los libros ‘Las tres vidas de Destino’, ‘Mirador, la Catalunya impossible’ y ‘El mundo según Manuel Vázquez Montalbán’. Profesor de periodismo, trabajó en ‘Diari de Barcelona’ y ‘El Periódico’.

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