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Las lluvias y la nieve dan un leve respiro a la sequía

Las precipitaciones de las últimas dos semanas apenas han aportado dos puntos porcentuales más al volumen de agua en las cuencas internas

Carlos Garfella
Estado del pantano de Sau, donde se aprecia el campanario por el bajo nivel del embalse.
Estado del pantano de Sau, donde se aprecia el campanario por el bajo nivel del embalse.Albert Alemany

Las intensas lluvias y nevadas de las últimas dos semanas en Cataluña apenas han aportado dos puntos porcentuales más al volumen de agua en las cuencas internas. Si hace 12 días estas se encontraban al 43,70% de su capacidad, ayer estaban al 45,35% (11 hm3 más). La leve mejoría, sin embargo, supone un cambio de tendencia en los embalses, que desde el pasado septiembre se encuentran en estado de prealerta por sequía.

Fuentes de la Agencia Catalana del Agua (ACA) explican que ahora “la tendencia es ligeramente creciente”. Asimismo, todavía toca esperar que la nieve acumulada en las cotas más altas se vaya fundiendo a medida que aumente la temperatura. “Servirá para incrementar ligeramente los caudales durante más tiempo y se recargarán fuentes”, explican desde la ACA.

La previsión era que con la llegada de la primavera Cataluña pudiera entrar en una situación de alerta por sequía. Esto es, cuando el volumen de las cuencas internas baja del 40%. Las intensas precipitaciones de las últimas dos semanas, sin embargo, podrían alejar esta situación.

Los embalses de las cuencas de el Ter y el Llobregat, que son las que suministran el agua a la conurbación barcelonesa, estaban ayer al 46,7% de su capacidad, 1,7 puntos más que hace doce días. El pantano de La Baells se encontraba al 53,7% de su capacidad y los de la cuenca del Muga, al 37,8%. La ACA no espera que a corto plazo se pueda levantar la prealerta ya que las cuencas, como mínimo, deberían llegar al 60%.

Acumulación en el suelo

La nieve acumulada, explican los expertos de la ACA, también ayudará a medio y largo plazo a la acumulación de agua en el suelo, lo que se traduce en que durante los futuros episodios de lluvias el agua llegará mejor a los ríos y embalses.

Con todo, las dos desalinizadoras catalanas siguen a pleno rendimiento: la del Prat de Llobregat, abierta en 2009 y que abastece Barcelona, se encuentra al 85% de su funcionamiento cuando en situaciones normales no supera el 20%. La otra desalinizadora, que se encuentra en Blanes, está funcionando al 75%. No se descarta que ambas puedan llegar hasta el 100% de su capacidad en caso de ser necesario.

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Sobre la firma

Carlos Garfella
Es redactor de la delegación de Barcelona desde 2016. Cubre temas ambientales, con un especial interés en el Mediterráneo y los Pirineos. Es graduado en Derecho por la Universidad de las Islas Baleares, Máster en Periodismo de EL PAÍS y actualmente cursa la carrera de Filosofía por la UNED. Ha colaborado para otros medios como IB3 y Ctxt.

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