El acusado de degollar a su pareja e intentarlo con sus hijos admite el crimen en el juicio
El procesado ha contradicho a su abogado. El fiscal pide 75 años de cárcel para el procesado
“No tengo nada que declarar… Bueno sí, que reconozco los hechos, la autoría. Me declaro culpable”. Así ha confesado Óscar L. H., de 41 años, en la primera sesión del juicio celebrada en la Audiencia Provincial de Castellón haber degollado a su pareja, Krisztina S., de 43, e intentado asesinar a los dos hijos de ambos, de 13 y 10 años. Fue la mañana del 20 de julio de 2016 en el domicilio familiar de Benicàssim (Castellón). Desde entonces está en prisión preventiva. El fiscal pide una pena de 75 años de cárcel por tres delitos de asesinato, dos de ellos en grado de tentativa, y una indemnización en concepto de responsabilidad civil que roza el medio millón de euros. Indemnizaciones tanto para los dos menores, que viven actualmente con una tía materna, como para los tres hermanos de la víctima. El procesado ha pedido perdón a la familia de Krisztina. “Lo siento”, ha dicho en su corta declaración ante la juez, donde ha confesado los hechos, contradiciendo a su defensa, que minutos antes pedía la absolución de su representado al negar los delitos relatados y la autoría. Tras ello, la defensa cambiará sus conclusiones al final del juicio.
La confesión del acusado ha hecho que el ministerio fiscal haya renunciado a las pruebas testificales y a una parte de las periciales. Sí han declarado una hermana y un hermano de la víctima. Ella ha indicado que conocía cómo estaba la relación entre Krisztina y su pareja, ha ratificado el carácter “controlador” del procesado y que sabía de la decisión de su hermana de separarse de él. La vio cuatro días antes del suceso. “Me abrazó y me dijo: tengo miedo, y yo le contesté: ten cuidado”.
Durante una hora y media y a puerta cerrada, los miembros del tribunal han visionado de nuevo la sobrecogedora declaración de los dos menores, grabada en sede judicial hace un año y en la que son interrogados por una psicóloga.
Óscar y Krisztina se conocieron en 2002. La relación sentimental que mantenían desde entonces se había deteriorado en los últimos dos años. La víctima había iniciado el proceso de ruptura y buscaba una vivienda a la que trasladarse con los dos niños. Él no lo aceptó. El escrito de acusación destaca el carácter “extremadamente celoso y posesivo” del hombre. “Controlaba todas sus amistades, llamadas telefónicas y movimientos, impidiendo que pudiera tomar decisiones por sí misma, entre ellas, poder trabajar para independizarse del acusado”.
La mañana del 20 de julio de 2016, Krisztina se levantó temprano. Eran las siete y se iba a preparar junto a su hija, que dormía con ella en el salón, para asistir a una clase de baile en la playa. Pero sus planes quedaron truncados cuando la víctima fue abordada por el acusado en el dormitorio principal. Le sorprendió por la espalda y la degolló con un cuchillo de cocina. Murió en el acto. Los niños se despertaron y acudieron a la puerta de la habitación, pero el padre les obligó a acostarse de nuevo diciéndoles que no pasaba nada. La hija regresó al salón. Allí, según relata el fiscal, el padre continuó con su “pérfido plan” y propinó a la niña un corte en el cuello y posteriomente, creyéndola muerta, le tapó la cabeza con una almohada. Tras ello buscó a su hijo, le atacó con el arma y le golpeó la cabeza contra el suelo diciendo que así aprenderían a respetarle.
Los niños lograron escapar de su progenitor mientras le preguntaban por qué les hacía eso, señala el escrito del ministerio fiscal. Se encerraron en el cuarto de baño y desde allí suplicaron a su padre que llamara a una ambulancia. El acusado lo hizo. Alertó al 112. Eran las 7.53 horas. El hombre fue detenido por agentes de la Guardia Civil desplazados hasta el domicilio, donde encontraron a la mujer fallecida y a los niños heridos, que fueron hospitalizados e intervenidos quirúrgicamente.
El fiscal pide 75 años de prisión para el procesado. 25 por un delito de asesinato y 25 por cada uno de los dos delitos de asesinato en grado de tentativa. Penas con las que en esta primera sesión del juicio han mostrado su conformidad la acusación particular y la letrada de la Generalitat Valenciana, personada como acusación popular.
También se solicita la privación de la patria potestad y la prohibición de acercarse a sus hijos a menos de 500 metros y de comunicarse con ellos durante un plazo de diez años. En concepto de responsabilidad civil, el procesado deberá indemnizar a sus hijos con 200.000 euros a cada uno por la muerte de su madre y también por las lesiones y secuelas físicas, y por el daño psíquico ocasionado. Asimismo contempla indemnizaciones de 10.000 euros para cada uno de los hermanos de la víctima.
El juicio continuará este martes con la declaración como testigos de los peritos médicos.
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