El secesionismo quiere relegar a la oposición en el nuevo Parlament

La nueva legislatura que se inicia este miércoles en el Parlament no parece que vaya a introducir cambios en las relaciones que mantuvieron en el anterior mandato los grupos independentistas con los partidos constitucionalistas. La Mesa de la Cámara se ha reunido este martes para acordar la distribución de los diputados en la sesión de mañana y no se ha alcanzado un acuerdo.

Los grupos secesionistas (Junts pel Sí y la CUP) han defendido este martes, con el apoyo de Catalunya sí que es Pot, una distribución de los escaños que relega a la oposición con un criterio poco razonable en relación a la legislatura que acaba.

La reunión de la Mesa ha acabado sin acuerdo y si en la tarde de este martes no llegan a un pacto los portavoces parlamentarios, esa será la distribución de los escaños en la sesión del miércoles y durante toda la legislatura, hasta que se tome otra decisión.

Así, la distribución prevista es que los diputados de Junts per Catalunya y Esquerra se sigan sentando en la mitad izquierda del hemiciclo, visto desde la presidencia, pero quedarían precisamente ocho escaños de la lista de Puigdemont que irían a la mitad derecha. Justamente es el número de diputados huidos o encarcelados que mañana no podrán estar en la sesión y es posible que en esos u otros se coloque un lazo amarillo su recuerdo, según han explicado fuentes parlamentarias.

Inés Arrimadas, líder de la oposición y de Ciudadanos, que fue el partido más votado en las elecciones del 21 de diciembre, seguirían ocupando el sitio que ya tenía, justo por detrás de donde se sienta el Govern. Los diputados de la formación naranja ocuparían esa fila íntegramente y la siguiente, pero en la tercera ya se produciría una alteración. Tres diputados de Junts per Catalunya ocuparían los escaños más visibles, junto al pasillo y al lado de ellos se sentarán más diputados de Ciudadanos en esa misma fila.

Lo mismo ocurriría con la cuarta fila, ocupada con cinco diputados de Junts per Catalunya en la zona más próxima al pasillo y al lado, más parlamentarios de Ciudadanos.

El PSC, con Miquel Iceta al frente, quedará en la quinta fila, una más atrás que en la anterior legislatura y pese a haber logrado un diputado más en las elecciones del 21-D. Los cuatro parlamentarios de la CUP y los otros tantos del PP irán en la última fila. Los primeros, en el lado izquierdo y los segundos, en el derecho, mientras que los ocho parlamentarios de Catalunya en Comú-Podem se sentarán en los últimos escaños de las tres primeras filas de la izquierda, junto a los de Junts per Catalunya o junto a las columnas.

El secesionismo también ha pactado una curiosa distribución en sus bancadas y los diputados no se sentarán de manera homogénea, sino que las filas alternarán diputados de la lista de Carles Puigdemont con los de la candidatura que lideró Oriol Junqueras.