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MÚSICA

Larga vida al ‘underground’

Stereoparty, el recopilatorio anual de Subterfuge Records, celebra su 25 cumpleaños con un macroconcierto en el Circo Price

Los fundadores del sello madrileño Subterfuge, Carlos Galán y Gema del Valle, en su oficia-museo en Chueca.
Los fundadores del sello madrileño Subterfuge, Carlos Galán y Gema del Valle, en su oficia-museo en Chueca.Carlos Rosillo

La oficina de Subterfuge es un museo de objetos memorandos y memorables: desde un tocadiscos de juguete Fisher Price, que funciona como uno de verdad, hasta cientos de figuras de personajes de ciencia ficción, pasando por más de 150 metros cuadrados de paredes atiborradas de pósters, artilugios, fotografías y pegatinas de todos los colores y motivos imaginables. Las paredes de la discográfica recorren la música, el cine, el cómic y cualquier manifestación de la cultura underground de las últimas cuatro décadas.

“Nos están pidiendo que organicemos visitas guiadas, y estamos en ello. A lo tonto, hemos reunido un buen pedazo de historia”, dice Carlos Galán (Madrid, 1968), mientras endereza un cartel de un concierto de 1993 ligeramente inclinado. “Parece un caos, pero tengo controlada hasta la última pegatina”, dice sobre su particular entropía. Junto a Gema del Valle (Toledo, 1973), fundaron hace casi tres décadas Subterfuge Records, una compañía que es el relato ineludible de lo que ha significado en nuestro país la música independiente. Su disco recopilatorio anual Stereoparty, que aglutina lo mejor de su repertorio, cumple 25 años con Viva Suecia, Neuman, Anni B Sweet, Arizona Baby, Luthea Salom, Havoc, Alejandro Pelayo (Marlango), Joe la Reina o LKan, entre otros. Algunos de estos artistas actuarán el próximo jueves 18 de enero en un concierto que se celebrará en el Circo Price.

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Cuando empezaron, publicar discos no estaba en sus planes: “Nacimos en 1989 como un fanzine de música, cómics y cine”, explica Del Valle, “usábamos recortes de fotos y una fotocopiadora. Para los fondos psicodélicos muchas veces fotocopiábamos mi ropa”. Repartían la publicación ellos mismos, y se financiaban con anuncios de garitos locales que Galán —en aquel momento estudiaba Historia del Arte— dibujaba a mano: el Agapo, la Maravillas o La Vía Láctea se intercalaban en sus páginas. Locales donde al mismo tiempo se empapaban de las bandas que ignoraban los medios generalistas.

“Para entrevistar a un grupo australiano, por ejemplo, le mandábamos las preguntas por correo tradicional y recibíamos las respuestas escritas a mano a los cuatro meses. En la era preinternet y sin apenas recursos, todo se movía de forma epistolar”, recuerda Galán.

Para el cuarto número del fanzine, tuvieron la idea de adjuntar un siete pulgadas con bandas de Madrid. “Vimos que la fabricación y la burocracia de un disco no era algo tan complicado como imaginábamos”, explican. De modo que empezaron a editar las bandas que ellos mismos descubrían: Australian Blonde, Manta Ray, Mercromina, Sexy Sadie, Undershakers o Fangoria fueron sus primeros y certeros hallazgos. Todos ellos han pasado por las ediciones recopilatorias de Stereoparty. “Cuando nos quisimos dar cuenta, nuestro hobby se había convertido en nuestra profesión”, cuenta del Valle, que cuando empezó apenas tenía 15 años y soñaba con ser periodista.

La solista Cintia Lund y Rafael y Alberto, de Viva Suecia, que actúan en la Stereoparty de Subterfuge Records.
La solista Cintia Lund y Rafael y Alberto, de Viva Suecia, que actúan en la Stereoparty de Subterfuge Records.CARLOS ROSILLO
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“En Subterfuge ha habido dos momentos clave”, puntualiza Galán: “Descubrir a Dover y superar lo de Dover”. Se refiere a cuando cayó en sus manos, a mediados de los noventa, la maqueta del Devil came to me, un disco de rock independiente que convirtieron en un fenómeno de masas, con casi un millón de ejemplares vendidos. “Aquello nos vino grande”, sigue Galán, “ampliamos la oficina, el personal y las expectativas sin saber muy bien hacia dónde íbamos. Estuvimos a punto de estropearlo todo”.

Entonces se sentaron, tomaron aire, y se recolocaron en su hábitat natura: la escena independiente. “Por mucho éxito que tengan algunas de nuestras bandas, nunca nos podremos comportar como una multinacional, porque no funcionamos igual. No dependemos de accionistas ni grandes grupos de comunicación, solo de nosotros mismos. Igual que cuando empezamos”, zanjan.

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