_
_
_
_
_

Los comunes rechazan cualquier pacto con Arrimadas o Puigdemont

La lista de Xavier Domènech tampoco apoyará a Ciudadanos para que presida el Parlament

Inés Arrimadas, en la diputación permanente del Parlament.
Inés Arrimadas, en la diputación permanente del Parlament.Joan Sánchez

Catalunya en Comú-Podem, la candidatura que lideró Xavier Domènech en las últimas elecciones, descarta por completo el apoyo a Inés Arrimadas como presidenta de la Generalitat, así como a la candidatura de Carles Puigdemont. Los comunes votarán negativamente en ambos escenarios y no quieren ni oír hablar de la propuesta lanzada el martes por el PP para animar a Ciudadanos a buscar un acuerdo con ellos en caso de que fracasen las negociaciones entre los independentistas y el partido de Arrimadas tenga que tomar la iniciativa.

Más información
Junqueras critica a los “malos políticos” que imponen su fuerza sobre la democracia
José Antonio Pérez Tapias se da de baja del PSOE tras 25 años como militante
Arrimadas ve “urgente” impedir una mayoría independentista en la Mesa del Parlament

Domènech prometió en la campaña electoral del 21-D que los votos de sus diputados no servirían para hacer presidente a Puigdemont ni a Arrimadas y siguen en ese guion. De momento no han recibido ninguna llamada de Ciudadanos para explorar una mayoría alternativa al independentismo. Si llega la escucharán, pero dejando muy claro de entrada cual es su posicionamiento.

“Nos reuniremos con todo el mundo que quiera reunirse con nosotros, pero no votaremos ni a Puigdemont ni a Arrimadas”, explicó a EL PAÍS la diputada electa de Catalunya en Comú-Podem Marta Ribas. También descartó en ambos casos el escenario de la abstención. “Domènech ya lo dijo en campaña y lo mantenemos: no estamos aquí para abstenernos”, añadió.

Los comunes dan por hecho que, de una manera u otra, el independentismo logrará ponerse de acuerdo en un candidato para presidir la Generalitat y el Parlament. Por eso entienden que es muy poco probable que Inés Arrimadas haga caso de la propuesta lanzada por el PP y explore un pacto con ellos que, dada la aritmética parlamentaria, tampoco tiene ninguna posibilidad de prosperar. El vicesecretario de Política Autonómica y Local del PP, Javier Arenas, siguió abundando ayer en la estrategia de este partido de presionar a Arrimadas para que dé un paso al frente. En su opinión, la líder de Ciudadanos en Cataluña debe “asumir el papel” de ser la primera fuerza política en Cataluña (36 escaños) tras las elecciones del 21 de diciembre y debe “comportarse” como tal.

Arrimadas, por su parte, matizó este miércoles la negativa a optar a la Generalitat que expresó en los días posteriores a las elecciones. En declaraciones a Onda Cero insistió en que “no descarta absolutamente nada” ante las “dudas” de que el secesionismo no pueda llegar a un acuerdo y criticó que Puigdemont pretenda ser un presidente “holograma”. “Si no se ponen de acuerdo, estaremos ahí, pero hay que saber qué harán, porque no está nada claro que se pongan de acuerdo”, dijo la portavoz de Ciudadanos y cabeza de la lista que ganó las elecciones catalanas.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

En términos distintos se expresó el secretario general de Ciudadanos, José Manuel Villegas, quien dejó claro que Arrimadas no se postulará a lo que calificó como una investidura “inviable” y consideró que “no es una buena opción” porque no salen las cuentas. Villegas recordó que tanto el PP como el PSC se negaron a apoyar a Ciudadanos cuando Arrimadas propuso una moción de censura para hacer frente al desafío independentista. Entonces el PP tenía 11 diputados en el Parlament y ahora se ha quedado con solo cuatro.

A la espera de que llegue el debate de investidura y se despejen las negociaciones entre el independentismo, Ciudadanos sigue reclamando la presidencia del Parlament por ser la fuerza más votada, pero nada hace prever que vaya a prosperar su reclamación. El independentismo tiene mayoría absoluta en la Cámara (70 diputados de 135), aunque está por aclararse la renuncia de al menos seis de sus ocho diputados encarcelados o huidos. Nada hace pensar que vaya a renunciar a controlar la presidencia del Parlament y a tener mayoría en la Mesa. Así, todo indica que cuatro de los siete integrantes se los repartirían entre Junts per Catalunya y Esquerra con el apoyo de la CUP en la votación. Otros dos serían para Ciudadanos y uno para el PSC. Los comunes perderían la representación que tenían en la pasada legislatura.

Esta formación entiende que el reparto es razonable en función del resultado y no darán la batalla por ello ni apoyarán tampoco a un presidente de Ciudadanos en la Cámara que, además de todas las fuerzas no secesionistas, necesitaría la ausencia de cinco diputados independentistas. Catalunya en Comú-Podem centrará sus esfuerzos negociadores en otras cuestiones que se han de decidir al constituirse el Parlament, como la formación de la diputación permanente de la Cámara, las comisiones parlamentarias o la elección de los senadores por designación autonómica.

También están por definir cuestiones de logística y organización parlamentaria que, según Marta Ribas, se empezarán a negociar la próxima semana entre todos los grupos, como su ubicación física en el hemiciclo o la asignación de los despachos de los diputados y el personal auxiliar de los grupos parlamentarios.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_