Domènech avisa de que no avalarán las políticas de Junts per Catalunya
El líder de los comunes rehúye la autocrítica y rechaza ofrecer estabilidad a un Gobierno independentista
Los comunes han reiterado este mediodía que no ofrecerán sus votos para investir a Carles Puigdemont como presidente al recordar que se oponen frontalmente a sus políticas. “No es un veto a la persona de Puigdemont sino a las políticas que representa Junts per Catalunya”, ha afirmado en alusión a su posición sobre otro candidato de la lista del president. “No vamos a hacer un Mas como la CUP”, ha señalado en alusión a que los anticapitalistas apoyaron al Govern después de enviar a Mas, como decían, a la “papelera de la historia”.
En un primer análisis poselectoral, Domènech ha descartado ofrecer desde fuera estabilidad a un Gobierno independentista en respuesta a los puentes que les tendió Esquerra o Junts per Catalunya, que parecen dispuestos a alejarse de la presión de la CUP. “Los resultados nos marcan claramente que tenemos que estar en la oposición para construir el futuro. No nos tendrán a su lado los que han hecho presupuestos con recortes y los han consolidado mientras han financiado a las escuelas de élite", ha dicho. Los comunes están convencidos de que los anticapitalistas acabarán dando apoyo al nuevo ejecutivo.
La coalición Catalunya en Comú-Podem se ha estrenado en estas elecciones con un resultado muy lejos de sus expectativas: no han podido romper la política de bloques; ni tienen la llave de la gobernabilidad (el independentismo tiene la mayoría absoluta de escaños) ni tampoco es viable el triartito sumando los escaños del PSC y ERC (57 escaños sobre 68). Ciudadanos, su gran rival, ha barrido en Barcelona y en el área metropolitana. El botín es sensiblemente inferior al de 2015: pasan de 11 a 8 escaños -han perdido el de Girona- y han perdido cerca de 50.000 votos. Sus 300.000 votos están muy lejos de los más de 900.000 que obtuvieron en las elecciones generales de 2015 y en los más de 800.00 de 2016.
“Que ganen Puigdemont y Arrimadas no es una buena noticia. No es una buena noticia: seguimos en el bucle y han salido reforzado las fuerzas de derechas”, ha señalado. Domènech ha rehuido dar detalles sobre los errores que han cometido y hacer una “reflexión conjunta” de las fuerzas del catalanismo progresista. “Son las que se resolverán la situación: sino cada vez más derechos y estaremos más divididos”, ha avisado reiterando que está “orgulloso” de la campaña para intentar romper la política de bloques. La formación naranja ya fue una de las grandes vencedoras del 27-S y su línea ascendente se ha vuelto a ratificar. Sin embargo, el candidato no considera que exista una línea de continuidad: “El (voto) a Ciudadanos ha sido una reacción a la unilateralidad. Las del 27-S fueron un marco plebiscitario y ayer fue una expresión de rechazo a lo que hizo la Generalitat con la unilateralidad”.
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