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Iglesias y Garzón pidieron retrasar el cese de Mato hasta después del 21-D

Manuela Carmena se negó porque la demora le impediría ajustar el gasto y aprobar los presupuestos en enero de 2018

La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, en el centro, junto Esther Gómez, a la izquierda, y Marta Higueras,
La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, en el centro, junto Esther Gómez, a la izquierda, y Marta Higueras,Samuel Sánchez

Los secretarios generales de Podemos e IU, Pablo Iglesias y Alberto Garzón, llamaron a la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, para que retrasase la destitución del concejal de Hacienda, Carlos Sánchez Mato, hasta pasada la celebración de las elecciones en Cataluña, según ha podido saber EL PAÍS. Ambos políticos temían que la repercursión mediática del cese pudiera hacer más evidente la tensión entre ambos partidos. Sánchez Mato es militante de IU y fue sustituido por Jorge García Castaño (Podemos), lo que rompe el frágil equilibrio del equipo de gobierno municipal (Ahora Madrid). Carmena se negó.

El teléfono del despacho de Manuela Carmena no ha parado de sonar en los últimos días. Además del secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, y del secretario regional socialista de Madrid, José Manuel Franco, que la han llamado y se han reunido con ella para fijar una postura conjunta en el Ayuntamiento de Madrid —Carmena gobierna gracias al PSOE—, en los últimos días la alcaldesa ha recibido las llamadas de Pablo Iglesias y de Alberto Garzón. Ambos líderes le pidieron que no destituyese a Carlos Sánchez Mato hasta que se celebrasen las elecciones al parlamento de Cataluña. Temían que el revuelo mediático pudiese afectar a sus expectativas electorales, ya que lo ocurrido evidencia la tensión entre ambas formaciones políticas.

La alcaldesa dijo no. Si retrasase la salida del edil, no le daría tiempo a ajustar las cuentas (el ministro Montoro le ha prometido retirar los recursos contra el incumplimiento de la regla de gasto y permitir que supere el gasto en 100 millones), además de aprobar a tiempo los presupuestos de 2018 en enero con el apoyo del PSOE.Por ello, Sánchez Mato, miembro de Izquierda Unida, fue sustituido por Jorge García Castaño, afiliado a Podemos. Su relevo hace peligrar el equilibrio de fuerzas que actualmente existe en el ejecutivo de Ahora Madrid, la coalición que gobierna la capital y que está constituida por diversas formaciones políticas entre las que destacan Podemos (siete concejales) e IU (tres), de un total de 20 ediles.

La alcaldesa, en caso de presentarse de nuevo a la Alcaldía de Madrid, en 2019, reclama un grupo de concejales fieles (en torno a 10) que le permita gobernar sin sentir la presión de grupos políticos con los que no comulga. La idea sería que ella controlase la mitad de los hipotéticos 20 concejales que podría lograr en los comicios, y Podemos, el resto. Pero eso deja fuera a partidos como IU, Equo, Ganemos, Madrid 129 o los representantes vecinales.

Sánchez Mato, en un claro enfrentamiento con Carmena, se mostró completamente en contra de acatar la Ley de Estabilidad Presupuestaria, sabiendo que eso le acarrearía las iras de la alcaldesa (le paraliza todas las inversiones) y del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro (PP). Su negativa a cumplir la regla de gasto se convirtió así en un claro signo de rebelión ante la posibilidad de que IU quedase fuera de un futuro gobierno municipal.

Pablo Iglesias salió entonces al rescate de Carmena. El pasado lunes declaró: “Es razonable que los equipos de gobierno se reconfiguren [una manera de definir la destitución de Sánchez Mato]. Creo que el Ayuntamiento de Madrid está siendo un ejemplo de gestión y va a seguir siéndolo para toda España”.Y concluyó: “Hay una regla de gasto a la que a nuestro juicio hay que hacer oposición, pero tenemos que hacerla nosotros en el Congreso de los Diputados, sacando adelante una proposición de ley para modificarla. Es lógico que los Ayuntamientos tengan que cumplir la ley, aunque sea una ley que no nos gusta”.

Siete de 20 concejales

Ayer, en un acto navideño que celebraron la alcaldesa y su equipo de gobierno con los medios de comunicación, se evidenció la ruptura del gobierno municipal. Solo asistieron siete de los 20 concejales de Ahora Madrid. Entre los ausentes figuraban, además del propio Sánchez Mato, los otros dos concejales de IU (Mauricio Valiente y Yolanda Rodríguez). Tampoco asistieron los integrantes de Madrid 129 (Celia Mayer, cesada como concejal de Cultura, Guillermo Zapata y Javier Barbero). Estos tres ediles habían amenazado el día anterior con dejar el gobierno si Carmena no daba un giro a su política municipal. Tampoco acudieron los ediles de Ganemos (Monteserrat Garcelán, Rommy Arce y Pablo Carmona).

“A Mauricio sí le he visto”, señaló el independiente Nacho Murgui. “Pero se ha marchado enseguida”. Lo mismo que el resto de los concejales que sí estuvieron presentes oficialmente. Fuentes del gobierno señalaron ayer que la “destitución de Sánchez Mato no es el único frente” que le queda por cerrar a Carmena antes de que acabe su mandato. La alcaldesa es el máximo valor con que cuenta actualmente Ahora Madrid, y ahora es plenamente consciente de ello. Sabe que puede ejercer la autoridad sin peligro porque consigue respaldos de todo el arco municipal. El último plan económico financiero lo aprobó con el apoyo del PP. El PSOE, entre la oposición y el apoyo a ella, da bandazos. El secretario general y el regional la han llamado para aclarar las cosas.

Desbandada general en la fiesta con la prensa

A las 13.15 de ayer, los medios de comunicación estaban citados en la antigua sede del Ayuntamiento de Madrid, en la plaza de la Villa, para compartir unos sándwiches con los miembros del equipo de gobierno de Ahora Madrid y felicitarse las Navidades.

Los periodistas acudieron puntuales. No así el ejecutivo municipal, que se retrasó unos minutos.

Pero, para sorpresa de los presentes, solo hicieron acto de presencia siete de los 20 ediles de la coalición. Tras algunas bromas —los ediles se fueron pasando el micrófono unos a otros para que el siguiente completase la frase del anterior—, los periodistas comenzaron a hacer sus cábalas. Faltaban todos los concejales díscolos con Carmena. No hubo ninguna explicación.

Los corrillos comenzaron a formarse mientras una banda de

swing

tocaba a un volumen que hacía difícil la comunicación entre dos personas que estuvieran separadas más de 20 centímetros. Sólo la concejal de Medio Ambiente, Inés Sabanés (de Equo, que llegó tarde y no salió en la fotografía oficial), y el nuevo concejal de Hacienda, Jorge García Castaño, parecían relajados.

La primera teniente de alcalde, Marta Higueras, se mostraba remisa a hablar. La alcaldesa desapareció a los pocos minutos. Los periodistas la buscaban con la mirada, pero ya se había marchado, al igual que el resto de concejales. Solo quedaron los invitados comiéndose los sándwiches y las tortillas, así como los responsables de comunicación de las diversas concejalías. “Lo divertido va a ser el 21, cuando tengamos la cena del grupo. A ver quién va”, admitió uno de los ediles antes de sonreír sin ganas.

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