Sintonizando con Memphis
La genial Dee Dee Bridgewater pasó por el Festival Internacional de Jazz de Madrid
Es un privilegio tener sobre el escenario a una luminaria como Dee Dee Bridgewater en el Festival Internacional de Jazz de Madrid, aunque el argumento para que nos visitara anoche en un abarrotado Teatro Fernán-Gómez era de los menos jazzísticos que podía aportar su ilustre trayectoria. El reciente Memphis... Yes, I'm Ready, que marcó el guion de toda la velada, no solo es una homenaje a la ciudad que la vio nacer, sino a la emisora de radio en la que, desvelada una noche tras otra, descubrió la música de su vida. Y aquella Denise Eileen adolescente no se alimentaba apenas de jazz, sino del mejor soul y algo de blues y gospel de la época. Que es como decir de todos los tiempos.
Sintonizar el dial de Memphis implicaba que el anzuelo cayera en los fascinantes caladeros de las discográficas Stax y Hi!, educarse al abrigo de Gladys Knight, Al Green o Staples Singers. A todos ellos recurrió y brindó su talento agradecido Bridgewater, escoltada por la Memphis Soulphony, ocho músicos de piel y ADN inequívocamente negro. Entre ellas, dos coristas que escoltaron a la jefa de filas en un 'Who Am I Treated So Bad?' doliente y memorable.
Puede que fuera el gran momento de la noche, junto a ese B.A.B.Y, de Carla Thomas, tan juguetón, sensual y adictivo. Dee Dee es didáctica en el escenario, pero aún más engatusadora: maneja tanto su aspecto extravagante (rapada, con sombrero y gafas de pasta con purpurina) como la seducción del teatro musical y un vozarrón cálido y siempre holgado de tesitura. Muchas bazas con las que jugar, y más si el repertorio (Don't Be Cruel, Try A Little Tenderness) resulta inexpugnable.
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