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Un sindicalista con pasado en Terra Lliure

El secretario general del sindicato que convocó la huelga general fue condenado a 48 años de cárcel por pertenencia a banda armada y asesinato

Josep Catà
El secretario general de la Intersindical-CSC, Carles Sastre.
El secretario general de la Intersindical-CSC, Carles Sastre.Laura Fíguls (ACN)

El pasado miércoles, durante la jornada de huelga general en Cataluña, una mujer acudió a la plaza de Sant Jaume de Barcelona con un cartel cuyo mensaje nada tenía que ver con reivindicar la libertad de los exconsejeros de la Generalitat. En él se leía "Sastre assassí" (Sastre asesino), en rojo sobre un cartón marrón, y la mujer lo paseó con gesto grave entre la multitud de manifestantes que coreaban proclamas contra la aplicación del artículo 155 de la Constitución.

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El Sastre del cartel es Carles Sastre, secretario general del sindicato minoritario intersindical-CSC que, con 223 delegados, menos del 1% de todos los que hay en Cataluña, convocó la huelga general del miércoles. Como paro fracasó en los centros de trabajo, ya que las grandes centrales no se sumaron, pero la movilización se convirtió en una jornada de protesta —con cortes de carreteras y paralización de trenes— contra la prisión preventiva de ocho exconsejeros del Govern y de los presidentes de la Assemblea Nacional Catalana y de Òmnium Cultural.

Carles Sastre (L’Hospitalet de Llobregat, 1955) es ahora secretario general de este pequeño sindicato de orientación independentista y cercano a la CUP, pero en el pasado fue acusado de ser miembro activo de dos bandas armadas que operaron en Cataluña en los años setenta y ochenta, aunque Sastre siempre lo negó. Se acogió a la ley de amnistía durante la transición, aunque más tarde le fue anulada la medida de gracia. Por pertenecer al Exèrcit Popular Català (EPOCA) y a la banda terrorista que surgió de esta, Terra Lliure, Sastre fue condenado a 18 años de cárcel en 1987.

Dos años antes, a Sastre se le impuso una pena de 30 años de prisión por ser coautor del asesinato del industrial Josep Maria Bultó: junto a otros terroristas adosó en 1977 una bomba lapa al pecho del empresario, al que le pedían 500 millones de pesetas. El mismo mecanismo fue usado en el asesinato, en 1978, del que fue alcalde de Barcelona Joaquim Viola, asesinado por EPOCA junto a su mujer, Montserrat Tarragona. Sastre fue absuelto de este crimen por falta de pruebas en 1986. Pese a ello, era una hija de los Viola quien mostraba el cartel de "Sastre assassí" en la plaza de Sant Jaume. Al final de la protesta, ese cartel acabó al lado de un grupo que cantaba L’estaca de Lluís Llach, entre los que estaba Frederic Bentanachs, exmiembro de Terra Lliure.

El terrorismo independentista, surgido a finales de la dictadura con EPOCA y que continuó en los ochenta con Terra Lliure, tuvo un impacto muy intermitente y contaba con poco apoyo social, hasta que se disolvió por completo en 1995, dejando cuatro asesinatos entre las dos organizaciones.

Algunos de los exmiembros de las bandas terroristas trataron de entrar en la vida política después de cumplir las condenas, y se han integrado en el movimiento independentista como una oportunidad para conseguir sus objetivos, esta vez de forma pacífica y desde las instituciones. Bentanachs se situó en la órbita de Esquerra Republicana de Catalunya y de Solidaritat per la Independència, y Sastre, por su parte, optó por el sindicalismo. Quedó en libertad en 1996 tras cumplir 11 de los 48 años de su condena, y fue nombrado secretario general de Intersindical-CSC en 2013 tras ser el único candidato.

En una carta, Inés Bultó, sobrina del empresario asesinado, asegura no tener palabras para manifestar la "indignación y vergüenza" de haber visto cómo Sastre lideró la huelga general del pasado miércoles. Además, destaca que los medios de comunicación cercanos al independentismo lo tratan como a un "histórico" del independentismo, obviando su pasado criminal. La intersindical-CSC ha rehusado responder a las preguntas de EL PAÍS acerca de esta cuestión.

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Sobre la firma

Josep Catà
Es redactor de Economía en EL PAÍS. Cubre información sobre empresas, relaciones laborales y desigualdades. Ha desarrollado su carrera en la redacción de Barcelona. Licenciado en Filología por la Universidad de Barcelona y Máster de Periodismo UAM - El País.

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