El robot asustado y la alfombra mágica
La cultura de Irán inspira los proyectos artísticos de los ganadores del premio Han Nefkens-Macba y de Tere Recarens
No siempre se habla de Irán para relatar conflictos y violencia, también hay arte y creatividad, aunque a menudo reflejan el miedo, la inseguridad y la represión que allí se padece. Es el pavor sofocante que denuncian las obras de Ramin Haerizadeh, Rokni Haerizadeh y Hesam Rahmanian, un colectivo de artistas iraníes residentes en Dubái, ganadores de la segunda edición del premio Fundación Han Nefkens-Macba con The Maids (Las criadas). La muestra, abierta en el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona hasta el 7 de enero, reivindica el derecho a combatir este desasosiego a través de la ironía, la paradoja, la sensualidad y la irreverencia. Viéndola no extraña que se hayan exiliados en Dubái. “El miedo nos rodea como un fantasma. Al terrorismo, a las bombas o al desastre ecológico, los miedos se multiplican y afectan nuestra vida cotidiana”, explican los artistas, que han contado con la complicidad de Joan Baixas, antiguo colaborador de Miró en la realización de los monigotes para la obra Mori el Merma.
“Juego y poesía son los únicos territorios sagrados que debemos conservar en el siglo XXI”, ha asegurado Baixas. En línea con los tiempos, el títere que ha construido por The Maids, conserva sus característicos materiales pobres, madera y tela, pero ha sido robotizado y reacciona según la actitud del público en la sala. Si el visitante se acerca, el robot se asusta y se encierra en sí mismo, pero si se aleja despliega sus alas como una gigantesca mariposa y deja ver los bordados, realizados en talleres comunitarios de mujeres refugiadas o en riesgo de exclusión social de Teherán. “Son artistas post-ego”, asegura Nefkens, destacando su proceso colectivo de trabajo, que se plasma también en los tres vídeos que completan la muestra. El coleccionista de origen holandés, que este año ha recibido a su vez el Premio Arte y Mecenazgo, ha creado este galardón de arte contemporáneo, dotado con 50.000 euros, para visibilizar la creación no occidental y consolidar Barcelona como una de las capitales del arte internacional.
Arte persa
Irán inspira también otra exposición D’Ici à Ici, de la artista barcelonesa residente en Berlín, Tere Recarens, abierta en la galería Hans&Fritz Contemporary, hasta el 23 de noviembre. Recarens, que ha viajado a Irán en dos ocasiones, ha inaugurado la muestra con la que denomina una quia, un viaje en la alfombra mágica, aderezado con relatos de culturas lejanas y cuscús de cordero.
“Esta alfombra es el fruto de cuatro años de trabajo y 2.570 años de historia. Se llama La Primavera de Khosro I y es casi una leyenda. Desapareció hace siglos y de ellas sólo quedan raras descripciones. Producto del arte persa antes de la conquista árabe, era tan hermosa que los árabes tuvieron miedo de enamorarse de la cultura persa y la trocearon como botín de guerra”, explica la artista que ha realizado su tapiz con goma arábiga, pigmentos y tinta invisible, sobre cartón. Durante sus estancias en Irán, Recarens estudió farsi e investigó la técnica para realizar alfombras, conocida como paisley. “Es un patrón muy antiguo”, asegura la artista, que suele plasmar sus obras a partir de un proceso de documentación de sus propias experiencias, donde resulta prácticamente imposible distinguir la frontera entre vida y arte. Algo que se aprecia también en la serie de dibujos From Mashad to Mashad, donde plasma la transformación de un hecho negativo, como el fallo técnico de un avión, en algo positivo. Sus vicisitudes y las de quienes la rodean protagonizan los dibujos, que realizó durante aquel viaje complicado, sólo uno de los muchos que la han llevado también a Mali, Mongolia, Turquía y Estados Unidos, entre otros países.
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