Nueva jornada de huelga de autobús en la Sierra Oeste
La empresa denuncia que han sido atacados 31 vehículos desde que comenzaron los paros
Los conductores de Irubus, la empresa de autobús que da servicio en la Sierra Oeste de Madrid, han vuelto este lunes a la huelga. Sin acuerdo con la compañía, con la que se reunieron el viernes, mantendrán los paros todos los lunes y martes del año. La empresa denuncia que desde el 9 de octubre, día que comenzó la huelga, 31 vehículos han sido atacados. Los trabajadores lo niegan. Solicitan que se respeten sus descansos y recuperar los 800 euros de media al mes que dicen haber perdido en los dos últimos años. Irubus sostiene que la reivindicación supondrían un incremento del 50% en los costes salariales y pondría en peligro su viabilidad.
El comité de empresa de Irubus vuelve a cifrar en un 100% el seguimiento de la huelga en esta tercera jornada. Como la semana pasada, unos 70 empleados han protestado en la estación de autobuses de San Lorenzo de El Escorial con pancartas, silbatos y cánticos desde las 5.30, media hora antes del inicio del servicio. Irubus conecta las 26 localidades de la Sierra Oeste, en la que viven más de 200.000 personas, con la capital y tiene más de 15.000 usuarios diarios. La mayor parte de los empleados han pasado por la terminal después de las 10.00, ya que antes de unirse a la protesta debían acudir a otros centros de trabajo como Valdemaqueda o Cebreros (Ávila) para cumplir con los servicios mínimos, del 65% en las horas punta.
Vicente del Pozo, miembro de UGT y presidente del comité de empresa de Irubus, asegura que las concentraciones se están desarrollando sin más incidencias que “leves retrasos”. Sin embargo, la compañía, que pertenece al grupo Alsa, denuncia “actos vandálicos que ponen en riesgo la seguridad de los viajeros”. Irubus cifra en 31 los vehículos que han sido atacados desde que comenzaron los paros, 22 de ellos con viajeros en su interior. El viernes fue apedreado un autocar con 30 pasajeros a bordo mientras circulaba por el Bus-Vao a la altura del Palacio de La Moncloa, explica la empresa en un comunicado de prensa. El vehículo sufrió la rotura de sus lunas trasera y lateral y tuvo que ser inutilizado. Del Pozo desconoce esos hechos y asegura que los empleados no tienen nada que ver con ellos.
Irubus tiene una plantilla de 130 trabajadores, que fueron subrogados en diciembre de 2015, cuando Alsa se hizo con la compañía de autocares Herranz. Sus empleados sostienen que han perdido 800 euros de media al mes desde entonces. La empresa afirma que la reivindicación supondría un incremento del 50% en los costes salariales y pondría en peligro su viabilidad. El viernes estuvieron reunidas ambas partes durante cuatro horas, pero no llegaron a ningún acuerdo. Irubus certifica que propuso aumentar el salario el doble de lo que correspondería por el convenio colectivo. Del Pozo sostiene que solo les plantearon un único pago de 100 euros en 2018 y otro en 2019 como bolsa de vacaciones, algo que “ya está ganado” porque “se recoge en una sentencia de la Unión Europea”.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.