Del jazz sofisticado al estruendo

A esa música elegante y sofisticada que toma como punto de partida el jazz, pero que suena bien a todos los oídos y bien podría escucharse en la consulta de un dentista o esperando un vuelo transoceánico en la sala vip de un aeropuerto, se le llama smooth jazz, y Madrid vive estos días un festival con destacadas figuras del género. La noche del viernes una voz sugerente, la de Avery’Sunshine, y antes el piano de Jim Brickman, y entre medias un homenaje a Chuck Loeb, el guitarrista de jazz fallecido este verano.

El sábado, el Smooth Hot Jazz Festival muestra músculo flamenco con la guitarra de Josemi Carmona y el contrabajo de Javier Colina en un proyecto al que se suma el piano de Chano Domínguez, las percusiones de Bandolero y los cantes de Sandra Carrasco. El saxo tiene dos representantes, por un lado en Najee acompañado de la voz de Gary Taylor y, por otro, con Dave Koz, encargado del clausurar el festival el domingo. Fuera del certamen, hay soul con sangre gracias a la voz negra del británico Myles Sanko.

La cantautora gallega Marta Plumilla, lo más parecido que hay en España a la desaparecida Lhasa de Sela, sigue su invasión de Malasaña con su tanda de conciertos y performances. La canción de autor estos días también se ve representada por Tontxu y Dani Flanco. Letras y canciones con gracia y reflexión son las que hace Estricnina, el dúo del Canijo del Jerez y Juanito Makandé, que mantienen el espíritu rumbero y garrapatero del sur jerezano, y que cierra mañana su gira de presentación. En las fiestas del barrio del Pilar, las estrellas son sin duda Camela y su música auténticamente popular.

El pop español pasa por el más convencional de los gibraltareños Taxi, al de concepción indie de Tigres Leones, y brilla en la fiesta anual del programa de Radio 3 Flor de pasión, que desde hace casi medio siglo dirige y presenta Juan de Pablos. Airbag, Los Summers o Los Reactivos son algunos de las bandas participantes en la fiesta.

De la fría Viena, llega el baile electrónico del dúo HVOB, pero el aporte mayor de rock de fuera viene de los grupos cargados de fiereza y hasta odio. El black metal de los noruegos Mayhem, el stone rock del estadounidense Brant Björk, o las evocaciones satánicas de Andy James con Angel Vivaldi son algunos ejemplos. Y una figura casi ilustre, la del guitarrista de Motörhead, Phill Campbell, que viene acompañado por The Bastardus Sons. A todo eso se suma Papa Roach, una de las bandas californianas más significativas del rock alternativo yanqui de los noventa, cuando el grunge y el noise hacían furor. Y con un poco más de media docena de años de historia, desde Nueva York llega el pop indie y casi más inocente de The Pains of Being Pure at Heart.

Para las adolescentes de desbarajuste hormonal, R5 debe demostrar si hay algo más allá de que unas canciones sin mucha chicha suenen a todas horas en las emisoras comerciales.