Los casos de acoso escolar en Madrid bajan un 38%

El curso pasado se denunciaron en Madrid 111 casos de acoso escolar, un 38% menos que el anterior —con 179 episodios—, cuando se puso en marcha un programa específico para su detección. El mayor número de incidentes se produce en Educación Secundaria y son, sobre todo, los padres los que sacan a la luz el problema, según la Consejería de Educación. El 60% de los alumnos que han sufrido acoso había “hablado poco o nada con sus familias de lo sucedido”.

Más información

Cuando el acosador es tu vecino

“Ten cuidado con tu hijo porque lo están machacando”

El programa para la prevención del acoso escolar comenzó hace un año, durante el curso 2015-2016. El balance después de la puesta en marcha del programa se cerró con una subida espectacular de los casos detectados, con 179. El motivo de semejante incremento se debió a que antes pasaban más desapercibidos, según explicó el Gobierno regional. Ayer, la presidenta regional, Cristina Cifuentes, ofreció los datos del último informe tras dos años de andadura del programa, con 111 casos (una bajada del 38%).

El mayor número de alumnos maltratados se registró en Educación Secundaria Obligatoria (alumnos entre 12 y 16 años), con 79 episodios, sobre todo en el primer curso del ciclo, con 39 incidentes. La mayoría de los casos de bulling se realiza en grupo (60,36%), frente a los individuales (39,64%). El acoso es, fundamentalmente, presencial (84,68%) y no por las redes.

José Antonio Luengo, psicólogo y miembro de la Unidad contra el Acoso Escolar, explica que para que se produzca bulling es necesario que confluyan varios ingredientes. “Por ejemplo, no es acoso que dos chicos estén a la greña permanentemente”, añade. En primer lugar, deben existir actos violentos de naturaleza física o psicológica, y que, además, sean efectuados desde una posición de poder, bien porque el acosador ocupa un estatus social de predominio o bien porque el maltrato procede de varias personas. El segundo elemento a tener en cuenta es la reiteración, y el tercero, la intencionalidad; de tal forma que “los acosadores sean conscientes de lo que hacen y mantengan su actuación”, puntualiza Luengo.

A pesar de la mayor concienciación y de los protocolos de actuación, los padres siguen siendo los denunciantes en la mayoría de los casos, concretamente en 61 ocasiones (54,96 %). Y solo en cuatro (3,6%) fue la propia víctima quien dio el paso, según datos de la Consejería de Educación. El temor que todavía existe entre los alumnos que sufren las agresiones se detecta en que más del 60% reconocieron que había “hablado poco o nada con sus familias de lo sucedido”, concreta el informe.

El programa incluye una prueba que se realiza en línea, y que se ha convertido en uno de los instrumentos para detectar si existe algún conflicto. El sondeo, denominado Sociescuela, ha logrado reducir a más de la mitad (un 53%) los casos potenciales en aquellos centros donde se ha implantado, sostiene el Gobierno regional. Se ha pasado de 2,86 casos de riesgo de acoso por cada 100 alumnos durante 2016 a 1,33 en el curso pasado. El test se ha implantado en 674 centros y han participado 160.000 alumnos. La Comunidad va a iniciar un proyecto piloto para llevar la herramienta a los centros de educación especial.

La otra pata del progama está formada por un equipo multidisciplinar, que tiene como misión informar, ofrecer asesoramiento (presencial o telefónico), además de analizar los casos.

Desde el inicio de la actuación, han actuado en 412 ocasiones, 59 de ellas mediante intervención presencial en los centros, 210 consultas telefónicas, 116 talleres y actividades y 27 consultas a través del teléfono contra el acoso escolar habilitado por el Ministerio de Educación. Luengo resalta que el éxito se debe a que los profesores están más sensibilizados y que los padres saben encauzar mejor el problema. “Pero, sobre todo, estamos llegando mejor a los testigos, a los observadores, que antes permanecían pasivos, ahora se sitúan como apoyo y acompañamiento”, señala como uno de los logros fundamentales.