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Una isla en Montjuïc

El Espai 13 de la Fundación Miró reflexiona sobre estos espacios paradigmáticos

José Ángel Montañés
Imagen del proyecto de Irene de Andrés.
Imagen del proyecto de Irene de Andrés.Fundación Joan Miró

Autonomía y autosuficiencia, pero también segregación y confinamiento. Paraíso, pero también explotación turística. Objeto de dominio cultural o lugar de utopías sociales, y por supuesto, lugar idóneo para el recogimiento, la soledad y la introspección. La isla representa todo eso y mucho más, un lugar que el imaginario colectivo llena de significados simbólicos. La Fundación Joan Miró de Barcelona ha decidido que el nuevo ciclo expositivo de su Espai 13, dedicado a las prácticas artísticas emergentes, se centre en estos espacios paradigmáticos, según explicó ayer Martina Millà, responsable de programación y proyectos de la Miró. “No se parte de la isla como un accidente geográfico, sino como una idea y su potencial poético”.

Es por eso, que los proyectos, exposiciones monográficas, que se han programado y que comisaria y coordina Alexandra Laudo lleva el evocador título de La posibilidad de una isla, título de uno de los libros del francés Michel Houellebecq.

Y a eso remiten los cinco proyectos que se acercan a la temática de la isla desde diversas perspectivas. El ciclo se abre, el próximo viernes, con Reserva, la exposición de Gerard Ortín (Barcelona, 1988) en la que presenta varios casos de estudio para analizar la incidencia sobre ciertos entornos naturales a partir de estudiar un estercolero para aves carroñeras dentro de un parque natural, las trampas construidas para cazar lobos, un campeonato de tiro con arco 3D y el uso de la orina de lobo en las carreteras para disuadir a los animales que se acerquen a la carretera.

Imágenes del proyecto de Bárbara Sánchez.
Imágenes del proyecto de Bárbara Sánchez.Fundación Joan Miró

Irene de Andrés (Ibiza, 1986) reflexionará (17 de noviembre) sobre las tensiones entre el colonialismo y la presión turística actual a partir de un ejemplo real como es el hallazgo del galeón español San José, que se hundió hace 300 años cargado de un valioso tesoro, cerca de las islas del Rosario, en Colombia. Para ella el naufragio es como una “cápsula del tiempo que, al emerger, introduce abruptamente en el presente”.

Por su parte, Lucía C. Pino (Valencia, 1977) desarrolla unas esculturas partiendo del documental La isla de las flores de Jorge Hurtado. Un lugar inhóspito en el que las personas viven y se alimentan de los restos que dejan sin comer los cerdos, unos animales omnívoros que arrasan con casi todo. “La artista trabaja la idea de toxicidad y residuo”, según Laudo. Más tarde, a partir del 23 de marzo de 2018, se inaugurará la exposición Odisea creada por Bárbara Sánchez (Lleida, 1987) a partir de la experiencia personal de búsqueda de los propios orígenes; en concreto un viaje por mar en solitario, en busca de la cueva en la que se supone que fue concebida.

El ciclo se cierra con el trabajo del dúo sueco Gideonsson / Londré que explora la idea de verticalidad y los efectos físicos y psicológicos que afectan a las personas en altitudes elevadas y cómo el aislamiento potencia nuevos estados mentales.

Durante la rueda de prensa de presentación Rosa Maria Malet, la directora de la Fundación durante 37 años no quiso dar detalles de la última reunión del patronato que ha de escoger su sustituto al frente de la institución: “no es el momento. Ahora hay que hablar del ciclo del Espai 13”, aseguró, para añadir a continuación: “pronto tendréis noticias”, algo que hace pensar que a lo largo de esta misma semana se sabrá quién tomará el relevo.

Malet tampoco quiso pronunciarse sobre el hecho de que los responsables culturales de Barcelona, con Jaume Collboni a la cabeza, hayan pactado con Fira de Barcelona el uso del pabellón de Victoria Eugenia a partir de finales de 2018 para organizar grandes exposiciones del MNAC, pero también de otros centro como el Museo Picasso, el Macba o la misma Fundación Miró. “Tampoco toca hoy hablar de ese tema”, sentenció Malet.

Lo que sí explicó la directora es que si el jueves, día previsto para inaugurar la muestra de Ortín, la fundación está afectada por la huelga del personal subcontratado de la empresa Ciut'art, "se habilitarán unos recorridos para que las personas que acudan entren directamente hasta la exposición". El personal de esta empresa, que ha realizado varios días de huelga desde hace más de un mes, tiene convocada una nueva jornada para ese día que afecta a la apertura y vigilancia de las salas.

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Sobre la firma

José Ángel Montañés
Redactor de Cultura de EL PAÍS en Cataluña, donde hace el seguimiento de los temas de Arte y Patrimonio. Es licenciado en Prehistoria e Historia Antigua y diplomado en Restauración de Bienes Culturales y autor de libros como 'El niño secreto de los Dalí', publicado en 2020.

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