Barcelona recordará a las víctimas de La Rambla como París
El Ayuntamiento descarta el monumento y apuesta por las placas, como en el atentado en el Bataclan
“La Rambla es la calle de Barcelona más vital, popular y un lugar de paseo por antonomasia; por descontado que debe haber alguna expresión de recuerdo, pero no creo que debamos colocar ahí un monumento funerario, no podemos convertir esa arteria en un lugar mortuorio”. No habrá monumento, pues, para las víctimas del atentado del pasado 17 de agosto en la idiosincrásica calle barcelonesa, pero sí una sentida remembranza hacia los 16 muertos que provocó, evocación que muy probablemente pase por el mismo por el que optó el Ayuntamiento de París tras los atentados del 15 de noviembre de 2015 que tuvieron como epicentro la sala de fiestas Bataclan: placas conmemorativas. Al menos de esa opinión es el comisionado de Programas de Memoria del Consistorio barcelonés, el historiador Ricard Vinyes.
Si bien el Ayuntamiento no tomará una decisión en firme “hasta dentro de un par de meses”, los expertos barajan el modelo francés. El propio Vinyes intercambió pareceres con sus homónimos en la alcaldía francesa, que el 13 de noviembre de 2015 debieron afrontar uno de los atentados más crueles de la historia de la capital gala, que se saldó con 137 muertos y 415 heridos. “De momento, hemos coincidido: primero, era necesario documentar el hecho y, luego, abordar su señalización; en su caso, no han realizado ningún monumento, ni en París ni en el área de Saint Denis, el otro foco de los hechos; han optado por poner placas en todos los locales de la zona donde hubo atentados, con la lista de los ahí fallecidos”, constata Vinyes. En el atentado en París fueron cuatro los restaurantes y bares afectados, en cuyas calles donde están ubicados son visibles las placas recordando a cada una de las víctimas.
Una solución similar está barajando el Consistorio barcelonés, que tampoco querría con un monumento dar la sensación de priorizar o resaltar unas víctimas sobre otras: “No nos gustaría que, según la señalización por la que optemos, dar supremacía a unos hechos o unas víctimas sobre las muchas que ha vivido La Rambla a lo largo de su historia”, aclara el comisionado.
Vinyes, que hoy asistirá a la colocación de una señalización memorial en la calle Tallers por los 40 años del atentado mortal en la revista El Papus, tiene previsto tomarse “con calma” algunas carpetas abiertas sobre memoria histórica de la ciudad, como el misterioso incendio de 1978 en la sala de fiestas Scala, que se saldó con cuatro muertos y del que se acusó a los anarquistas (“hay que pensarlo bien: es un episodio aún muy oscuro”), así como la actuación en la comisaria de Vía Laietana o, incluso, la temida checa de la calle Sant Elíes cuando la Guerra Civil. “Aun no hemos abordado ningún lugar de torturas de cuando la dictadura franquista; en la Via Laietana se torturaba desde los años 20, y lo de Sant Elies no es descartable, si bien falta mucho por documentar... Pero es curioso que se exija a la República lo que no se pide a otros regímenes democráticos”.
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