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“Que el miedo no nos haga volvernos como ellos”

El centro cultural catalán Blanquerna abre un libro de condolencias en la calle de Alcalá tras los atentados de Barcelona y Cambrils

El centro cultural catalán Blanquerna en Madrid se llena de carteles de apoyo a las víctimas de Barcelona y Cambrils.
El centro cultural catalán Blanquerna en Madrid se llena de carteles de apoyo a las víctimas de Barcelona y Cambrils.Luis Sevillano

Hay una cicatriz, aunque metafórica, en el centro de Madrid que recuerda el golpe del terrorismo en Barcelona y Cambrils. El centro cultural catalán Blanquerna ha abierto un libro de condolencias en la calle de Alcalá donde madrileños y visitantes dejan sus mensajes de apoyo o sus reflexiones sobre esta nueva forma de hacer la guerra en el siglo XXI. Flores y velas arropan decenas de carteles con palabras de apoyo. Un simbolo en el centro de la capital que recuerda a todos los viandantes un episodio de la Historia. Una marca dolorosa que desencadena una mirada de soslayo, que paraliza el camino de una turista o que empuja a una familia a acercarse con tiento, en silencio.

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Roser Busquets ha garabateado unas palabras en el cuaderno que muestran impotencia y rabia. Esta mujer de Amer, un pueblo de Girona, reflexiona que todos somos víctimas. Busquets ha trabajado durante años en un instituto de secundaria en Cataluña y dice que conoce bien a “estos jóvenes” de padres extranjeros que se radicalizan. “Los atacantes podrían haber sido los niños que hemos visto crecer durante años”, medita. “¿En qué momento les comen la olla para que actúen así? Les hacen el trabajo sucio a los de arriba”, responde su hermana, Imma.

Este oído en el corazón de la ciudad, que escucha las reflexiones de los viandantes sobre el terror, evidencia que los madrileños están con Barcelona, pero este discurso ciudadano también lo alimentan personas legadas desde Puerto Rico, Venezuela, Portugal, Filipinas o Chile, entre otros países. “Soy musulmán y digo que esto es un crimen”, dice uno de los mensajes expuestos a pie de calle. “El terrorismo no tiene religión, que el odio no nos gane”, reza un cartel escrito por un natural de Austria. “Més que mai orgullosa dels catalans. Que la por no ens faci tornar-nos com ells” (Más que nunca orgullosa de los catalanes. Que el miedo no nos haga volvernos como ellos). El mural callejero se engrosa con textos en catalán y valenciano, en inglés y en portugués. 

José Luis Villeda graba en el libro de condolencias un “no tenemos miedo”. Junto a su hija Jesica relee los textos que empapelan la pared. “En Estados Unidos sabemos lo que es el terrorismo. Los atentados del 11-S nos golpearon pero el amor es más fuertes”, dice Villeda, residente en Los Ángeles (California). Este ciudadanos estadounidesens confía en “la fuerza y el coraje de España” para superar la inseguridad que deja este ataque.

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