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La escolta verde del Manzanares

En esta zona verde se puede tomar un baño, practicar ciclismo, jugar al tenis o ver una exposición

Antonia Laborde
Una de las populares zonas de fuentes de Madrid Río.
Una de las populares zonas de fuentes de Madrid Río. INMA FLORES

Que en agosto Madrid es un hervidero es más viejo que el hilo negro. Por eso el que puede se escapa y el que no… se va a la playa urbana del Parque de la Arganzuela, Madrid Río. No hay que hacerse ilusiones, que tampoco hay arena fina ni agua salada, pero sí unos potentes chorros que juegan con sus figuras al desprenderse del suelo capaces de refrescar y, sobre todo, entretener a los menores. Los jóvenes llegan con sus mejores atuendos veraniegos, estiran la toalla en el césped, se protegen del sol con cremas y gafas y ¡hala! A descansar (si los gritos de los niños lo permiten).

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Las 120 hectáreas del parque Madrid Río parecieran estar escondidas detrás del Madrid de las guías turísticas. A la espalda de la Puerta de Toledo, el Palacio Real, la catedral de la Almudena, se construyó a partir de 2005 este proyecto que bordea el —hasta entonces— poco lucido río Manzanares. Este monstruo verde, que aún está en etapa de crecimiento y, por ende, se extraña la sombra de los árboles que llevan décadas cumpliendo dicha función, fue obra de Ginés Garrido, Francisco Burgos, Arantxa La Casta, Fernando de Porras-Isla, Carlos Rubio, Enrique Álvarez-Sala y West8. Se adjudicaron el proyecto cuando la antigua M-30 fue soterrada.

Este parque, más allá de ofrecer “la playa urbana”, resulta atractivo para los amantes del deporte y también de la historia. Una de sus mayores ofertas consiste en 30 kilómetros de sendas para ciclistas, que han tenido muy buen acogida entre los vecinos. “Esta es una zona [desde estación Principe Pío hasta el metro Legazpi] con pocas estaciones, por lo que el carril bici acorta una distancia que, si no, es muy engorrosa de recorrer”, explica Valentín, de 37 años, vecino del barrio de Embajadores. Los que prefieren otros deportes tienen altas probabilidades de encontrar allí algo que les guste: hay 33 pistas para patinaje, skate, escalada, fútbol 7 y 11, fútbol sala, pádel, tenis, baloncesto y hasta siete pistas de petanca. Y, bueno, siempre se pueden recorrer andando los senderos.

A los pies del Puente de Segovia, el más antiguo de Madrid (siglo XVI, encargo del Rey Felipe II al arquitecto Juan de Herrera), actualmente hay una exposición de Wonder Woman. Una decena de ilustraciones de superhéroes capta la atención de unos chavales que se sacan selfies con sus ídolos de fondo. El puente no logró cautivarlos de la misma manera. Alrededor del monumento histórico hay cuatro estanques independientes del cauce del río, que apenas genera ruido con su escasa corriente: dos de ellos con fuentes gigantes y los otros dos con un rectángulo copado de macetas cuyas plantas se asoman tímidamente por el borde. En esos detalles se puede apreciar la juventud del parque.

El puente de Segovia, al igual que el de su vecino de estilo barroco, el de Toledo (siglo XVII), cuentan con sus propios jardines, en los que se pueden dilucidar figuras vegetales. “Traigo a mi padre todos los días para que tome el fresco. Acá cerca de las fuentes es más agradable y desde el mirador del puente se ve muy bonito Madrid”, cuenta Gloria Mejías, de 52 años.

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La pasarela de Dominique Perrault en Madrid Río.
La pasarela de Dominique Perrault en Madrid Río.

Uno de los contrastes que ofrece este parque es el cómo conviven monumentos históricos, como puede ser la Puerta del Rey, que se trasladó a su lugar de origen por el proyecto Madrid Río, con la modernidad que representa el Puente Monumental de Arganzuela (2011, obra de Dominique Perrault). Este espectáculo arquitectónico tiene la forma de una doble espiral de metal en forma de tirabuzón. Está cubierto por una malla metálica que con los rayos de sol resplandece durante el día, a veces dándole un tono gris, otras cobre, y que se ilumina por las noches con farolas. En su interior, de suelos de madera, cuenta con bancos para descansar y es atravesado por el carril para bicicletas que recorre todo el parque.

El recorrido por el parque puede acabar con una visita al Matadero Madrid (Paseo de la Chopera, 14). En esta mini ciudad conformada de naves con vocación cultural se pueden visitar exposiciones de artistas emergentes o de diseñadores. Actualmente se puede ver la selección internacional de los mejores diseños tipográficos del año realizada por la organización internacional Type Directors Club de Nueva York. Y como agosto es un mes familiar, la sala de la Cineteca (en muchos rankings perfilada como una de las más bellas de Europa) ha organizado seis ciclos de cine gratuito.

El parque en datos

Superficie: 120 hectáreas.

Administración: Ayuntamiento de Madrid.

Horario: Abierto las 24 horas. Entrada gratuita.

Puntos de interés: Jardines Aniceto Marinas, Jardines de Virgen del Puerto, Jardines Bajos del Puente de Segovia, Jardines del Puente de Toledo, Parque de la Arganzuela y Matadero.

Cómo llegar: Metro: Príncipe Pío (línea 6 y 10), Puerta del Ángel (línea 6), Pirámides (línea 5), Marqués de Vadillo (línea 5), Legazpi (línea 3 y 6) y Almendrales (línea 3). RENFE: Príncipe Pío, Pirámides.

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Sobre la firma

Antonia Laborde
Periodista en Chile desde 2022, antes estuvo cuatro años como corresponsal en la oficina de Washington. Ha trabajado en Telemundo (España), en el periódico económico Pulso (Chile) y en el medio online El Definido (Chile). Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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