Barcelona prescindió de los bolardos en La Rambla y optó por reforzar la vigilancia
La alcaldesa Ada Colau defiende que el “100% de seguridad” no existe
La alcaldesa de Barcelona Ada Colau ha salido al paso este viernes de las críticas por la decisión de no colocar bolardos o pilones en los puntos de más masificación de la ciudad, como La Rambla, escenario ayer del último atentado de Estado Islámico, que ha dejado 13 muertos y un centenar de heridos a los que se suma una fallecida confirmada esta mañana en el atentado de Cambrils. El Departamento de Interior había aconsejado la colocación de barreras físicas para evitar atentados como el de ayer, cuando una furgoneta invadió la zona peatonal del centro de La Rambla y atropelló indiscriminadamente a los viandantes que había en ese momento.
El año pasado el Ministerio del Interior hizo unas recomendaciones para que se "aislaran de manera física con objetos o con agentes de policía puntos estratégicos que pudieran ser objeto de atentado terrorista". Entonces, el Ayuntamiento valoró estos consejos en el marco de la Junta de Seguridad Local, que se reúne tres veces al año y en la cual están presentes Guardia Urbana, Bomberos, Mossos d'Esquadra, Policía Nacional y Guardia Civil. Desde el Consistorio aseguran que, en el caso concreto de La Rambla, la Junta decidió que, en lugar de colocar bolardos, habría "una presencia policial continua" en este punto de la ciudad.
Igualmente, Colau ha asegurado a TV-3 que, ante las recomendaciones de Interior, “se revisaron los protocolos” y se tomaron medidas como el aumento de la presencia policial en puntos estratégicos de la ciudad, así como la activación de dispositivos especiales en grandes eventos, como la colocación de pilones o la prohibición de que circulen vehículos pesados. Desde el Ayuntamiento de Barcelona recuerdan que sí se han instalado barreras físicas en grandes eventos, como la cabalgata de Reyes, en que se cercó el recorrido con unos pilones de hormigón, conocidas como New Jersey.
Fuentes de la seguridad municipal han asegurado que colocar masivamente bolardos no es tan sencillo. “No se pueden poner bolardos en todos los sitios y hay que tener en cuenta aspectos, como que se pueda permitir acceso a los servicios de emergencia y de limpieza”.
Con todo, la alcaldesa de Barcelona ha querido dejar claro que “la seguridad al 100% no existe, especialmente cuando hay personas aisladas dispuestas a hacer barbaridades y con unos medios muy rudimentarios”.
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