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Una parte de Ahora Madrid critica el acuerdo de Chamartín

El Ayuntamiento cree que el proyecto es "equilibrado" y "positivo" para la ciudad

La alcaldesa, Manuela Carmena, con el ministro de Fomento, Íñigo De la Serna y el presidente de DCN, Antonio Béjar.
La alcaldesa, Manuela Carmena, con el ministro de Fomento, Íñigo De la Serna y el presidente de DCN, Antonio Béjar.INMA FLORES

Ganemos y Madrid 129, dos de los cinco grupos que forman Ahora Madrid, criticaron este viernes el acuerdo del desarrollo del norte de la capital. Estas formaciones, que cuentan con cuatro de los 19 concejales de la coalición de gobierno, creen que "no hay nada que celebrar", porque el pacto "solo beneficia al 1%". Se suman a los reproches de Ecologistas en Acción y de la federación vecinal FRAVM. La alcaldesa Manuela Carmena cree que el proyecto es "equilibrado" y subraya el aumento de viviendas públicas con respecto al plan de Ana Botella (PP).

El gobierno de Ahora Madrid, liderado por Manuela Carmena y formado por Podemos, IU, Equo, Ganemos y Madrid 129 (escisión de Ganemos), navega rumbo a otra división interna. Esta vez sobre el desarrollo del norte de la capital. Ganemos, grupo que cuenta con dos ediles —Rommy Arce y Pablo Carmona— sostiene que el acuerdo firmado por el Ayuntamiento de Madrid con Adif y Distrito Castellana Norte (DCN), sociedad formada por BBVA y la constructora San José, fomenta "el desequilibrio norte-sur y apuesta por un modelo ladrillista ineficaz".

El jueves, la alcaldesa, el presidente de DCN, Antonio Béjar, y el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, oficializaron un pacto que este último calificó como "uno de los proyectos urbanísticos más importante de Europa". El plan, rebautizado "Madrid nuevo norte", prevé crear un distrito financiero y barrios residenciales. La terminal de trenes se reformará y se levantarán 11.000 nuevos pisos, de los cuales 4.100 serán de uso público (el anterior proyecto de Ana Botella preveía 17.700 viviendas y el diseño del ejecutivo 2016 contemplaba 4.600). La edificabilidad se fija en 2,6 millones de metros cuadrados, frente a los 3,4 del anterior plan (un 20,5% menos).

La firma de este acuerdo representa el último capítulo de una larga historia de pactos frustrados por desencuentros e intereses políticos cruzados durante 25 años. La regidora sostuvo el jueves que el acuerdo busca "el equilibrio". La gestión de toda la operación será municipal. Desde el Ayuntamiento incidieron el viernes en que ese planteamiento es "positivo" para la ciudad: "Tras 25 años de abandono, el norte de Madrid sienta las bases para un desarrollo sostenible, con importantes elementos sociales como la incorporación de más de 4.000 pisos de uso público".

No obstante, algunos partidos del ejecutivo creen que ese enfoque es cuestionable. Además de Ganemos, también Madrid 129, partido que cuenta con los ediles Guillermo Zapata y Celia Mayer, expresó sus dudas en las redes sociales: "No puede haber buenos acuerdos si no cuentan con todas las partes implicadas". La formación recoge una crítica de la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM), que considera que el desarrollo del norte aumentará el desequilibrio urbano entre el norte y el sur de la capital.

Félix Arias, portavoz de la FRAVM, señala que el gobierno de Ahora Madrid no les informó debidamente de las negociaciones: "No hemos tenido un canal directo con el Ayuntamiento como se suponía". En su opinión, también los grupos políticos recibieron pocos datos sobre el acuerdo. "El gobierno informó una semana antes y les dieron un acuerdo ya hecho", afirma.

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Demasiadas viviendas

En cuanto al desarrollo de la estación, una portavoz de Ganemos agrega que "habrá que ver cómo se sustancia", pero cree que "en principio" la capital sale perdiendo con respecto a lo que se planteó el año pasado. "No somos los únicos a criticar ese acuerdo", afirma. Ecologistas en Acción, colectivo afín a algunos ediles de Ahora Madrid, también manifestó sus reticencias. Tildó el acuerdo de "decepcionante", ya que "dobla el número de viviendas" y "triplica" la edificabilidad sobre lo avanzado en 2016.

El Consistorio especifica que previo a la aprobación del plan se desarrollará un proceso de participación con las asociaciones. "En septiembre convocaremos la mesa con todos los actores y ahí cada uno podrá plantear y proponer lo que considere", dijo este viernes una portavoz. Y agregó: "Respetamos todas las opiniones, pero entendemos que se trata de un buen acuerdo apoyado por una amplísima mayoría política".

El proyecto, que necesita de una modificación del Plan General, se prevé que se ratificará en 2018 y que el año siguiente comiencen las obras.

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