Contrastes y antagonismos emocionantes
Auserón con banda sinfónica, los ritmos brasileños de Bixiga 70 o el rap de Orishas
Para los esnobs (término en desuso), adictos a la modernidad, hipsters y milennians, puede que sea la actuación de Rosalía con Raül Refree lo más destacado de este fin de semana, pero para las almas atormentadas, amantes de la oscuridad de unos Velvet Underground y herederos de los existencialistas franceses, la cita suprema será esta noche con Rafa Berrio en el Libertad 8.
Dos formas casi antagónicas de entender e interpretar la música, pero ambas llenas de emoción. Berrio es vasco de orígenes parisinos, poeta de los del láudano y absenta, de viejo café y madrugadas borrosas, pero de letras despiadadas que son mazazos cantados con su voz monocorde y obsesiva. Rosalía es la luminosidad del nuevo aire del flamenco, y Refree el contrapunto que le otorga otra visión con su guitarra. La sustituta de Silvia Pérez Cruz si no fuera por lo chungo que resultan siempre las comparaciones.
Volviendo a la tierra y a sus sonidos mundanos y verbeneros en el mejor sentido de la palabra, los brasileños Bixiga 70 sirven alegría con su mezcla de cumbia, reggae, candombe, maracatú y otros ritmos panamericanos. De algunos de ellos bebe también el inquieto Santiago Auserón. Figura capital del mejor rock patrio, en sus múltiples reinvenciones pasó por juntarse y arrimar sus canciones en las Fiestas de San Isidro del año pasado a los sones de la Banda Sinfónica Municipal de Madrid. Aquello fue muy serio para que solo se pudiera disfrutar una noche, así que los Veranos de la Villa proponen repetir la experiencia hoy en el parque Pinar del Rey. El pop folk de Maika Makovsky, desde el Cuartel Conde Duque, completa el programa municipal de estos días.
La nostalgia de los jóvenes yeyés de la década de los sesenta se aplaca en el Price con uno de los grupos pioneros del pop español, Los Relámpagos, que ya hacían canciones luminosas cuando la tele aún era en blanco y negro. En el mismo lugar, al día siguiente, la elegancia la ponen Pink Martini, con sus influencias afrancesadas y vintages del mejor swing que no han dejado de hacer desde mucho antes del revival actual.
Los parisinos de origen cubano Orishas aúnan son caribeño y ritmo afrocubano a su rap combativo, estilo del que son pioneros y que más tarde influyó en grupos tan determinantes como Calle 13. Hoy están en Noches del Botánico, que mañana cuenta con la electrónica de Giorgio Moroder, autor de la música de muchas películas conocidas, y el domingo con los británicos UB40, una de las bandas de reggae amable más celebradas de todos los tiempos.
El mejor soul y más serio de Madrid lo factura Cosmosoul. Mañana se presenta en Clamores con una versión distinta de sí mismos: una noche dedicada a la música disco y sus grandes clásicos. La propuesta del trío de origen vasco The Románticos es una de las más contundentes del blues en España. Actúan mañana en el Berlín con un invitado de lujo: Christ Ruest, un guitarrista tejano que está revolucionando el género.
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