Una concejal de Ahora Madrid justifica los insultos a policías en un concierto de rap

Rommy Arce, concejala presidenta de las juntas de Arganzuela y Usera, defendió este martes que los insultos lanzados durante las fiestas de San Isidro por el grupo musical de rap Émbolo a la Policía Municipal no pueden censurarse. Es "legítimo" que los agentes se sientan ofendidos, dijo la edil durante su comparecencia en el pleno, pero mantuvo que los insultos "se realizaron encima de un escenario, en el transcurso de una performance, amparada por la libertad de creación y en el marco de una actuación provocadora".

La Asociación de Jefes de la Policía Municipal de Madrid remitió la semana pasada una carta a la alcaldesa de la capital, Manuela Carmena, en la que denunciaba que los componentes del grupo musical gritaron desde el escenario "que se cagaban en la puta madre de todos los policías municipales".

Inmaculada Sanz, concejala del PP en el Ayuntamiento, calificó este martes de "graves" los hechos y criticó que Arce, "lejos de apoyar a los funcionarios", trató de parar la denuncia "apelando a una supuesta libertad de expresión". "Eso no era una performance, y es una vergüenza que defiendan eso", dijo y añadió: "Por decencia debería haber pedido disculpas y haber reconocido que esas declaraciones son intolerables".

El socialista Ramón Silva también reprochó a Arce no rectificar su postura. "Aún persisten en la sociedad sectores que mantienen prejuicios respecto a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado", afirmó el edil. Por su parte, Ana María Domínguez, de Ciudadanos, acusó a Arce de comparar la violencia de ETA con la actuación policial.

Minutos antes, Arce había lamentado que los insultos pronunciados por el grupo Émbolo despertaran tantas reacciones. "En los años 80 esto habría sido impensable", afirmó la edil, quien sostuvo que el gobierno de Ahora Madrid "está muy preocupado" por la "involución" de la libertad de expresión en la capital.

El delegado de Seguridad, Javier Barbero, matizó estas palabras. Calificó de "barbaridad, indecencia y éticamente reprobables" las palabras del grupo musical, aunque señaló que no son constitutivas de delito: "No hubo ni resistencia ni desobediencia por parte del artista", explicó.