La ANC avisa de que el Estado prepara la “tormenta perfecta”

Jordi Sánchez, presidente de la Asamblea Nacional Catalana, ha afirmado este jueves que el Estado prepara una "tormenta perfecta" para intentar abortar el referéndum de autodeterminación que planea convocar el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont. A su juicio, el Gobierno de Mariano Rajoy ha urdido un relato "incriminatorio" al calificar a los soberanistas de "golpistas y sediciosos".  "Están preparando la tormenta perfecta y construyendo un relato de que vamos a hacer un golpe de Estado. Y hacer eso es reírse directamente de los padres de la democracia y de los ciudadanos", ha afirmado.

En una conferencia en el Fòrum Europa-Tribuna Cataluña, el presidente de la ANC ha lamentado que el Estado solo se active para combatir el referéndum. "Si quiere impedirlo, tendrá que desplegar toda su capacidad coercitiva. Y habrá perdido la credibilidad democrática que lo ampara", ha señalado Sànchez. "Lo que pretenden es construir un marco mental o referente comunicativo preparado para justificar acciones extremas de la Fiscalía, Audiencia Nacional o Tribunal Supremo".

Arropado por la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, la consejera de Educación, Meritxell Ruiz y dirigentes del PDeCAT y de Esquerra, Sànchez ha invitado al Gobierno central a pactar la consulta en lo que se convertiría en el "mejor acto de inteligencia posible" tras el acuerdo con Josep Tarradellas para restaurar la Generalitat. Sànchez ha asegurado que no tiene la menor duda de que Puigdemont convocará el referéndum. "Estamos convencidos de que el Gobierno [catalán] habilitará las urnas, irá a fondo, no habrá fraude, mantendrá su palabra y lo hará posible". Y ha advertido de que la Asamblea pilotará las movilizaciones en la calle en caso de que se impida. En ese sentido, el presidente de la ANC ha admitido que entre los escenarios que contemplan figura la Declaración Unilateral de Independencia (DUI), aunque la considera poco probable "y poco deseada".

En su discurso, Sánchez ha reivindicado que este momento, guste o no, es “excepcional” y que va a dilucidar un conflicto histórico enquistado desde hace 125 años. En ese sentido, ha reivindicado que el soberanismo es heredero del catalanismo político del siglo XX. “Nadie puede contraponer esos dos conceptos. Y quien lo hace es un ignorante o directamente miente”, ha señalado. A su juicio, el problema “real” es que parte de Cataluña empieza a visionar con ilusión su futura independencia mientras España es incapaz de reconocerse sin Cataluña. “La solución política solo depende de nosotros. Es un cambio de paradigma. Estamos convencidos de que ya no tenemos que pedir permiso. Hemos abandonado el síndrome de la nación Penélope, que espera que el Estado cumpla sus compromisos, pero nunca llegan”.