Detenida en contradirección una de las radicalizadas por el presunto yihadista de Roda de Ter

Todo empezó a primera hora de la mañana. La mujer, según fuentes policiales, había estado en un bar donde ya se había producido algún tipo de altercado. Entonces cogió el coche y se fue. La Policía Local de Manlleu, un municipio cercano a Roda de Ter, la vio conduciendo por una de las calles en dirección contraria y le dio el alto.

Pero ella se escapó y siguió. Consiguieron detenerla en Roda de Ter, a cuatro kilómetros, en un control de los Mossos. Eran ya las ocho de la mañana. Le hicieron el test de drogas y dio positivo. La joven fue detenida, acusada de conducción temeraria bajo los efectos de las drogas. En la intervención no tuvo ningún papel el servicio de información de la policía catalana, que consideran que es un incidente de tráfico.

Diana es una de las dos mujeres a las que presuntamente radicalizó Tarik, un joven de 26 años, originario de Nador (Marruecos), que reside con su familia en Roda de Ter. Diana vivió cerca de medio año en esa localidad, según algunos lugareños. Luego se había mudado a Torelló, aunque en realidad ella es de Manlleu. Diana conoció a Tarik. Nadie deja claro cuál era la relación entre ambos. Tarik tiene novia, Miriam, de 19 años, con la que sale desde que ella tenía 15. Los Mossos d’Esquadra consideran que las dos mujeres son víctimas del joven marroquí.

En el caso de Diana, fue la policía local de Torelló quien dio la voz de alarma al verla vistiendo con chilaba y cubriéndose la cabeza con un pañuelo. “Ahora me va todo ese rollo de la yihad”, dijo la mujer supuestamente a su entorno. Hasta ese momento, Diana formaba parte de un grupo de redskins, de ideología de izquierdas, según fuentes policiales.

La magistrada de la Audiencia Nacional Carmen Lamela señala en el auto de prisión preventiva que Tarik y Diana compartieron varias publicaciones a través de Facebook en las que se hacía referencia a Israel. “Quiero ver muertos a los judíos”, escribió ella sobre un vídeo que compartió Tarik con el presidente de Siria, Bachar el Asad, y el de Egipto, Abdelfatá al Sisi, con una cruz de David en el rostro y rodeados de cadáveres. En otra ocasión, Diana le dio un me gusta en Facebook a una imagen de un cuchillo con la forma del estado de Israel que apuñalaba al pecho de un niño que yacía sobre una bandera de palestina.

En el caso de Miriam fue su familia quien dio la voz de alarma. Su madre explicó a un agente de la policía local que Tarik le había quitado el móvil y la controlaba. Según el auto, Miriam le había dicho a su madre que “Dios era Alá y estaba dispuesta morir por él”. Fuentes del entorno de la joven defienden a Tarik y ponen en duda que planease un ataque de cualquier tipo. Miriam sigue viviendo entre su casa y la de la familia de su pareja.

La magistrada sostiene que ella había dado el paso de intentar convencer a unas primas suyas de Badajoz para que se convirtieran al Islam. “Tengo 19 años y soy conversa al islam por decisión propia. Mi marido no tiene nada que ver”, dijo en una entrevista la joven a Telecinco. Aunque en las imágenes se cubre el pelo con un pañuelo, Miriam no va tapada habitualmente. En Roda de Ter, son varias las personas que ponen en duda el peligro real que pudiese suponer Tarik, con tres antecedentes por tráfico de drogas y lesiones.